- 85 años después de la vil matanza de Valcaldera, en Cadreita, los familiares de los asesinados recordaron ayer a sus seres queridos justo en el lugar donde se levantaba la puerta que, supuestamente, cruzaron hacia la libertad. El acto celebrado por la tarde en el solar de la antigua prisión de Pamplona forma parte de la serie de recordatorios que llevó a cabo ayer la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra-1936.

La Internacional y el Eusko Gudariak, entonados por los presentes, dieron inicio a un acto de recuerdo, pero también de reivindicación. Eduardo Escobar, nieto de Miguel Antonio Escobar Pérez, asesinado en Valcaldera, señaló a "falangistas, requetés, guardias civiles y sacerdotes" como cómplices de la matanza que le arrebató la vida a su abuelo. Mientras narraba la historia de los 53 presos que sacaron por la puerta de esa cárcel, visiblemente emocionado, dio paso a su hermano, Francisco Javier Escobar, que reivindicó que "nos asiste el derecho de recordar, esclarecer y denunciar". "No consentiremos que sean olvidados", clamaron al final de su intervención.

Después, se leyó la carta del matrimonio formado por Jesús María Arilla y María Teresa Casado, que después de conocerse descubrieron que ambos tenían familiares represaliados en Valcaldera. Aseguraron que "no buscamos venganzas imposibles, sino un final decente para esta tragedia". "¿Dónde están los restos de nuestros muertos?", se preguntaron.

Tras la intervención de los representantes de la AFFNA36, se procedió a la ofrenda floral por parte de los familiares mientras se leían los nombres de los asesinados, y un aurresku en su honor puso fin al acto.

La asociación reclama la reposicion de la puerta de la antigua prisión de Iruña, "por la que entraban las víctimas de la represión y que muchos cruzaban hacia su asesinato", como monumento de memoria. Tienen ya el compromiso del Ayuntamiento de Pamplona, por lo que esperan que el homenaje del año que viene pueda realizarse frente a las puertas por las que salieron 53 personas, pensando que les habían concedido la libertad, pero que acabaron siendo asesinadas.

Amaia Lerga, presidenta de AFFNA36, recordó que "UPN se dio prisa por tirar la cárcel que se levantaba en este solar en 2012". "La derribaron con prisas: cárcel que representaba a presos políticos, sus torturas, sus asesinatos y su camino a cualquier fosa", lamentó.