La elaboración de los perfiles por zona básica de salud, que comenzó en junio de 2017, se ha retomado este año “tras haberse estabilizado los datos de incidencia de la pandemia de coronavirus”, según anunció ayer el departamento de Salud.

Frente a esa primera edición hace cuatro años, los informes han sido mejorados y han pasado de recabar 21 indicadores a 30. También se han añadido valores como el bienestar emocional, el exceso de peso o el consumo diario de frutas y verduras, algunos de ellos obtenidos a través de la Encuesta Social y de Condiciones de Vida, recientemente publicada por el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat), así como la incorporación de la zona básica de Aranguren y el añadido de información demográfica de contexto, todo ello “de cara a ofrecer un análisis que sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre inteligencia en salud”, que reza “porque los mejores datos hacen posible mejores actuaciones”.

Así, según Salud, “estos perfiles están concebidos como un paso previo y necesario para avanzar en la mejora de la salud en el ámbito local”, y también tienen como objetivo “servir como herramienta para el trabajo local en salud con los mejores datos disponibles, permitiendo que profesionales, servicios, entidades municipales y sociales, así como la propia ciudadanía, tengan acceso a información actualizada, sencilla y centrada en su contexto particular”.