- Tras más de tres meses desde que aterrizó en Madrid, el 19 de agosto, el primer avión con ciudadanos afganos evacuados de su país tras la llegada de los talibanes, son 1.377 los solicitantes de protección internacional que están dentro del sistema de acogida, incluyendo a los que llegaron en octubre, 52 de los cuales se encuentran en Navarra.

Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el trabajo se centra en aprender el idioma. Las personas dentro del sistema de Protección Internacional pasan por distintas fases y, en este momento, se encuentran en la primera de ellas, ya que en España los solicitantes de esta protección no tienen derecho a trabajar hasta el sexto mes desde que presentan la solicitud.

Esto no permitiría acceder a un trabajo a los refugiados hasta, como mínimo, el mes de febrero, los que llegaron en agosto, y el mes de abril, los que aterrizaron en octubre. Para afrontar este periodo, el ministerio ha creado un grupo de trabajo específico que se reúne semanalmente para hacer un seguimiento a la acogida de las personas afganas, desde un punto de vista de su integración.

Este grupo es el que canaliza todos los ofrecimientos que se han ido recibiendo de diferentes organismos, como universidades, fundaciones o empresas, que están interesados en contratar o en ayudar de algún modo a las familias afganas.

Desde el Ministerio han señalado que tanto ellos como los refugiados están centrados en este momento en aprender el idioma y reciben clases a través de las ONG que trabajan con Inclusión, con el objetivo de poder materializar su inserción laboral en cuanto se les permita.

En esta labor es importante la formación que tiene cada uno de los solicitantes de protección. El 85,4% de ellos tienen alguna formación, como recogen los datos de Inclusión: del total de refugiados en el sistema de acogida, 829 tienen más de 16 años (405 hombres y 424 mujeres) y, de ellos, solo 110 no tienen ninguna formación o son analfabetos. Por el contrario, 708 cuentan con algún tipo de formación y, de ellos, 611 tienen estudios universitarios (licenciatura o diplomatura), de FP o secundarios. De 11 de ellos, no se tiene información en esta materia. La edad media de estos más de 800 refugiados apenas sobrepasa los 31 años.

De la inserción laboral de estos refugiados dependen las 281 familias que forman. Otras 252 personas llegaron solas o no tenían familiares. Todos los menores están ya escolarizados en el país.