- La muerte de otras dos mujeres en menos de 24 horas en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y Toledo elevan a seis las víctimas por violencia machista en lo que llevamos de año. Además, otros cuatro menores de edad quedan huérfanos. En ambos casos los presuntos agresores se quitaron posteriormente la vida.

En el primer caso, la ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció ayer que se ha “fallado” a la mujer asesinada el pasado miércoles en la localidad madrileña de Pozuelo y que había denunciado violencia por parte de su expareja y tenía una orden de protección, además de una orden alejamiento. En este sentido, declaró que no estará “satisfecha” hasta que “no haya ninguna mujer más asesinada” en el país y hasta que “erradiquen” las violencias machistas.

La responsable de Igualdad explicó que se han realizado “avances importantes” en materia de violencia contra las mujeres, en coordinación con las comunidades autónomas, las fuerzas y cuerpos de seguridad y los actores que, directa o indirectamente, trabajan en la detección precoz de estas violencias, así como en la atención integral y reparación de las víctimas.

Sin embargo, Montero reconoció que la última mujer asesinada había “pedido ayuda” y “confiado en el Estado”, por eso, admitió que se la “fallado” a esta mujer, que había denuciando a su pareja por maltrato el pasado 19 de enero y ayer tenía el juicio para su divorcio.

La segunda víctima tuvo lugar en Toledo cuando un hombre de 47 años asesinó ayer a su pareja, con la que estaba en trámites de separación, para lo que se desplazó al puesto de trabajo de la mujer, ubicado un restaurante en un área de servicio de Maqueda (Toledo), y, posteriormente, se suicidó a unos 300 metros del suceso, que la Guardia Civil investiga como un crimen machista.

El suceso ocurrió sobre las 9.00 horas de la mañana en el área de servicio que se ubica en el kilómetro 74 de la A-5, cuando el agresor se presentó en el mesón en el que trabajaba la víctima de 45 años, que permanece cerrado tras el crimen, y le disparó con un arma de fuego.

La Guardia Civil explicó que una patrulla de tráfico recibió un aviso ciudadano tras haber oído una detonación y, según apuntó el alcalde de Maqueda, Andrés Congosto, los testigos pensaron en un primer momento que ese sonido se debía al pinchazo de la rueda de un vehículo hasta que encontraron a la víctima.

Tras cometer el asesinato, el agresor se desplazó con su coche a la entrada de un camino, a unos 300 metros del lugar de los hechos, y se suicidó con una escopeta.

El instituto armado precisó que no existía ninguna denuncia ni antecedentes en el sistema de violencia de género. No obstante, todo apunta a que se trata de caso de violencia machista porque el hombre y la mujer habían mantenido una relación sentimental y ella lo había dejado.

La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, explicó que el visionado de las cámaras cercanas al lugar del asesinato demuestra que primero el agresor le pega uno o dos tiros y luego se suicida. “Nos entristece, nos asola y nos deja con una frustración y un dolor contenidos terribles”, condenó la consejera.

Seis víctimas. El Ministerio de Igualdad, a través de la Delegación contra la Violencia de Género eleva a seis las víctimas mortales por esta lacra en lo que va de 2022, y a 1.131 mujeres asesinadas desde 2003, que es cuando se comenzó a recabar datos.

Cuatro huérfanos. La mujer asesinada en Pozuelo tenía un hijo y tres hijas menores de edad. Esto eleva a 4 el número de huérfanos por violencia de género en 2022 y a 340 desde que se tienen datos, 2013.