La doctora y presidenta de la Fundación Cuidados Dignos, Ana Urrutia, aseguró ayer que no es posible llevar a cabo un modelo de atención centrada en la persona si se llevan a cabo prácticas como las sujeciones o contenciones a los usuarios de residencias mayores o centros para personas con discapacidad o enfermedades mentales y que, a pesar de los avances en ese sentido, España se mantiene como el país de toda la OCDE en el que más se se dan este tipo de prácticas. “La sujeción es indigna para el usuario, transgrede sus derechos y además es una práctica que no es necesaria”, aseguró en durante la jornada organizada ayer en el Civican por el Departamento de Derechos Sociales.

La doctora apuntó que, respecto a una persona dependiente, que puede tener una enfermedad crónica, el objetivo “no es curar, sino mejorar su calidad de vida”, que es algo “incompatible” con la sujeción, ya sea física o farmacológica. En este sentido, Urrutia afirmó que el modelo de atención centrada en la persona supone un giro de 180 grados, un “cambio de paradigma” respecto a los modelos anteriores.

En ese sentido, la presidenta de la Fundación Cuidados Dignos aseguró que, a pesar de los avances hacia un modelo de atención centrada en la persona, “se sigue entendiendo el cuidado desde el enfoque paternalista, en el sentido de que el mundo del cuidado se diseña en torno al profesional, no en torno a la persona cuidada o atendida. Y como se sigue diseñando en torno al profesional y los profesionales no están lo suficientemente preparados para cuidar sin sujeciones, se sigue sujetando”.