- La jornada de reconocimiento institucional a las víctimas se coronó con una conversación en la que participaron Paula Merelo, educadora, investigadora y autora del libro Adultos vulnerados en la Iglesia, y Juan José Tamayo, teólogo, escritor y estudioso de la Iglesia. Ambos departieron sobre la Iglesia y la sociedad ante la reparación del dolor de las personas vulneradas. Tamayo expuso que "toda la estructura jerárquico piramidal patriarcal de la Iglesia católica está infecada por el virus de los abusos. Es imposible que en la burbuja jerárquica en la que viven instalados puedan ser sensibles a la compasión con la víctimas. No ha habido ningún proceso de escucha a ellas y se ha exigido un silencio con la amenaza de todo tipo de críticas y ese es el gravísimo problema". Según Tamayo, que no quiere ser pesimista, la Iglesia tiene un factor de corrección que depende de dos ejes: "de que haya un cambio de paradigma en la mente y organización de la doctrina cristiana para pasar de ser una institución misógina y autoritaria a que pase a ser una democracia participativa. Yo tomaría el método una persona, un voto, para aquellas cuestiones fundamentales que giren en torno a la Iglesia. Y después hay que cambiar la imagen de Dios patriarcal y misógino porque de lo contrario se seguirá produciendo la pederastia, la perversión y las agresiones".

Por último, el teólogo citó el Evangelio para dibujar el primer paso, que será aquel de "la verdad os hará libres,". Tamayo calificó de vergüenza para la Conferencia Episcopal española que fuera el diario El País quien haya identificado más de 600 casos de abusos y quien haya enviado el informe al Papa y eso provocara que hayan tenido una actitud de cambio, a mi modo de ver equivocada". Ese concepto erróneo lo encuadró Tamayo en el hecho de que la Iglesia haya encomendado a un bufete de abogados vinculado al Opus Dei la elaboración de un informe sobre las denuncias que llegan a su seno Eso debe dar marcha atrás y aprender de las experiencias de otros países, porque esa organización no tiene ninguna credibilidad". Tamayo aludió a las palabras de la presidenta del Partido Popular de Navarra (PPN), Ana Beltrán, que calificó el acto de ayer de "tribunal político de la Iglesia" por parte del Gobierno y que habló de "odio" a la institución. El teólogo planteó "cómo se puede calificar un acto de homenaje, acogido y humanidad como este de odio a la Iglesia. Lo que debe hacer es abrir los archivos, pero ya han dicho que no lo van a hacer. Ellos harán lo que sea para llevarlos al sótano y que no salgan a la luz".

Por su parte, la escritora e investigadora Paula Merelo, cuya obra parte de que una amiga compartiera su experiencia de haber sido abusada siendo una persona adulta. Merelo puso el foco en ese perfil de mujer adulta. En una encuesta que elaboró a raíz de la investigación, cifró en un 13% el número de personas que decían conocer abusos en adultos. Hoy en la Iglesia se dan relaciones asimétricas, pero pueden ser positivas, el problema es cuando la persona con superioridad decide abusar de este poder. Y en los agresores se dan perfiles narcicistas, autoritarios, que actúan de manera manipuladora y tratan de confundir a la víctima". Merelo, que estudió Ciencias Religiosas y se confesó creyente, afirmó que quería "ser positiva" con el futuro. "Todo va a ayudar a que se reduzcan los abusos, pero no se van a erradicar. Lo que no puede erradicarse nunca es la respuesta que la Iglesia da a las víctimas, y que las siga ignorando y victimizando. Las víctimas están ayudando a la Iglesia hacia un futuro mejor".l