Los especialistas de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra todavía no han podido sacar números de la hecatombe que ha supuesto para la fauna que habita los montes y el terreno forestal de Navarra la catástrofe de los incendios. En el Guarderío de Medio Ambiente recalcaban ayer que se trata además esta de una época clave para la crianza y el anidamiento de rapaces, como perdices, codornices y palomas torcaces, que han podido sufrir un gran deterioro en su población. Además, el incendio también ha afectado a las poblaciones de muflones, ginetas, comadrejas, corzos, mustélidos, insectos, reptiles y pájaros insectívoros.

Desde Adecana, asociación de cazadores, reflejaron que lo ocurrido “ha supuesto un desastre humano, económico y medioambiental de muy graves consecuencias. La falta de previsión y planificación se ha acrecentado por unas condiciones meteorológicas muy adversas, como han sido las altas temperaturas, el fuerte viento sur, la sequía, y las fechas de recogida del cereal con los peines de las cosechadoras que siguen a ras del suelo ocasionando chispas al rozar con las piedras del campo”.

Adecana sigue reflejando que “a ello le tenemos que sumar el estado de abandono de los montes llenos de maleza y con muy pocos cortafuegos, y la falta de previsión del Gobierno de Navarra, que pese a todas estas alertas presagiaban un posible desastre, no activó la fase de preemergencia, pasando directamente al nivel 2 de emergencia cuando ya era tarde y se habían declarado incendios en muchos lugares a la vez.

Muchos cotos de caza, entre los que se encuentran los de Yesa, Valdizarbe, Obanos, Legarda, San Martin de Unx, Ujue, Tafalla, Valdorba, Arguedas, Ororbia, Allo, Mendavia y otros, se han encontrado que después de años y años de trabajos medioambientales para mejora del hábitat, con un destrozo de incalculable valor a la fauna y al hábitat que cuidan con esmero. No hay que olvidar que estos incendios se han producido en el peor momento, en plena época de nascencia de las perdiganas, codornices y resto de especies protegidas, sin posibilidad alguna de huida, quemado de arbolado “.