Hasta el pasado 26 de junio se han confirmado 4 casos de viruela del mono en la Comunidad Foral, si bien "ninguno ha requerido ingreso hospitalario". Así lo recoge el último informe de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, que señala también que "para detener la progresión de esta infección es prioritaria la detección precoz y aislamiento de los casos".

Para ello, señala que "los profesionales sanitarios han de considerar la posibilidad de este diagnóstico en pacientes con exantema o lesiones ulcerosas, vesiculosas o pustulosas en cualquier parte del cuerpo (genital, manos, cara, tronco, mucosa oral, etc), que suelen ir precedidas o acompañadas de fiebre, dolor musculoarticular y linfadenopatía". Asimismo, indica que "ayuda al diagnóstico el antecedente de exposiciones sexuales de riesgo en los 21 días previos; aunque también pueden producirse casos por contacto estrecho no sexual con las lesiones o secreciones de personas infectadas".

Recomendaciones ante el aumento de ITS

En esta línea, el informe de vigilancia epidemiológico, constata que "en los años 2021 y 2022 ha aumentado la incidencia de infecciones de transmisión sexual superando el nivel prepandémico". No obstante, advierte de que "estos datos reflejan solo una parte del problema real, ya que muchas de estas infecciones cursan de forma asintomática, aunque son igualmente transmisibles".

Así, los expertos de Salud Pública concluyen que "las infecciones de transmisión sexual son un problema de importancia creciente en Navarra por su fácil contagiosidad, el aumento de resistencias antimicrobianas, y la posibilidad de cronificación, infertilidad, abortos, secuelas y transmisión madre-hijo en los casos que no se diagnostican pronto y no se tratan correctamente".

Por ello, recuerdan a la población en general que "toda relación sexual con una persona nueva conlleva el posible riesgo de contagio de infecciones de transmisión sexual". En este sentido, explican que "el aumento en el número de personas distintas con las que se tienen relaciones sexuales multiplica este riesgo; mientras que el uso adecuado del preservativo en estas relaciones lo reduce considerablemente. Existe riesgo de contagio en toda relación en la que se produce contacto entre mucosas o secreciones, siendo mayor en las prácticas anales, seguidas de las vaginales y del sexo oral".

Tras mencionar que "muchas infecciones de transmisión sexual pueden ser asintomáticas", los especialistas afirman que "éstas también pueden contagiar y pueden tener efectos graves a largo plazo". Por todo ello, "ante la detección de una infección de transmisión sexual en uno de los miembros de una pareja, se requiere el tratamiento coordinado y simultáneo hasta conseguir la curación de ambos, para evitar las reinfecciones entre ellos". En esta línea, concluyen que "toda persona con diagnóstico o con sospecha de una infección de transmisión sexual debe evitar tener relaciones sexuales hasta estar totalmente curada".