El programa Raíces/Sustraiak, denominado también Erasmus Rural, da la oportunidad a los jóvenes de hacer un Erasmus en el pueblo. Financiado por el Gobierno Foral y gestionado por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), la segunda edición del programa tiene como objetivo fomentar la actividad en los municipios con riesgo de despoblación de Navarra.  

En el programa pueden participar jóvenes graduados de cualquier universidad y titulación del programa TalentUPNA, así como estudiantes de cualquier grado, máster o programa de intercambio de la UPNA adscritos al programa de prácticas extracurriculares, en municipios afectados por la despoblación. La beca además está dotada de una ayuda de 3.636,70 euros en concepto de ayuda al estudio.

El programa se está llevando a cabo a lo largo de este curso y finalizará en noviembre de este año. La iniciativa está enmarcada dentro del Plan Reactivar Navarra del año 2020-2023 y es una de las actuaciones que desarrolla el Ejecutivo foral dentro de la Estrategia de Reto Demográfico. El tema de la despoblación ha sido una de las preocupaciones más recientes del Gobierno de navarra y en el 2019 creó la Comisión Interdepartamental de Lucha contra la Despoblación con objeto de acometer el reto demográfico desde la transversalidad, incorporando la lucha contra la despoblación como un principio a tener en cuenta en cualquier política o plan de la Administración que se encuadre en alguna de las perspectivas desde las que enfrentarse al problema.

A diferencia de otras iniciativas similares, como las impulsadas por otras comunidades como Aragón o por el Gobierno de España bajo el nombre de Campus Rural, las prácticas navarras deben desarrollarse en municipios en riesgo de despoblación. El abanico es amplio. El 64% de los municipios de Navarra se encuentran en esta condición y en uno de cada cuatro municipios este riesgo es extremo. Según explica el director general de Administración Local y Despoblación del Gobierno Foral, Jesús María Rodríguez, interesa que el alumnado pueda hacer un proceso de inmersión en las zonas rurales, bien a través del trabajo en una entidad local o bien en una pyme. 

El proyecto busca ser una buena manera de conocer el territorio y de aportar valor al talento a los estudiantes. Además, se promueve la oportunidad de conocer los pueblos y el ámbito rural mediante un proceso de inmersión y que este alumnado universitario pueda barajar la opción de establecerse en dicho entorno una vez finalicen sus prácticas si lo considera oportuno. Por ello, se trata de un proyecto con miras de futuro. 

En esta segunda edición, se ofertaron 28 ofertas prácticas. El año pasado, en su primera edición, nueve jóvenes graduados completaron sus prácticas en localidades en riesgo de despoblación como Allo, Barbarin, Berbinzana, Dicastillo, Lumbier, Mendaza, Villanueva de Arce, Valle del Yerri y Yesa. El proyecto resultó muy exitoso, por ello, este año, se decidió continuar e incluso ampliar el número de plazas. 

“Estamos poniendo orden al caos para facilitar la investigación en el futuro”

Javier Iribertegui Sola, el joven de 22 años y natural de Huarte y la joven Arostegui, Anne Biurrun Lorda, de 20, ambos estudiantes del grado de Historia y Patrimonio en la UpNa, han coincidido en esta segunda edición de la iniciativa de Erasmus Rural del Gobierno de Navarra.

Los dos jóvenes están pasando los meses de verano en la Cofradía San Miguel in Excelsis en Uharte Arakil, a unos 33 kilómetros de la capital navarra. Javier, pasa la semana viviendo en el monasterio de Zamartze, mientras que Anne, vuelve a casa todos los días, ya que su pueblo se encuentra mucho más cerca.

Su cometido aquí es tratar de clasificar y sistematizar la nueva incorporación del lugar después de la reforma realizada el año pasado, un archivo instalado en la tercera planta. 

“La complejidad y la profundidad de los archivos está siendo lo más interesante”

Javier ya había estado en contacto con la Cofradía, ya que en estudios anteriores analizó la costumbre que se llevaba a cabo en el santuario de San Miguel, al que subían los matrimonios que querían tener hijos. Aquí existía una piedra, hoy desaparecida, sobre la cual se colocaba la mujer deseosa de tener descendencia, y allí sentada, oía la misa, celebrada en el altar del santo ángel. Este verano al enterarse de la disponibilidad de la beca y de su emplazamiento, no se lo pensó dos veces. 

Con Anne ha coincidido por casualidad. La navarra decidió apuntarse en el proyecto sin conocer los detalles tan de cerca como Javier. A pesar de que no ha sido premeditado hoy pasan 8 horas del día trabajando juntos y coinciden en que han sabido formar un buen equipo. 

“La tarea está siendo especialmente ardua para los dos” , destaca Javier. El estudiante relata que además de la creación del archivo, también están recuperando y mejorando los documentos que resistieron al incendió que sufrió el santuario en el año 1942.  

“La idea en general es ir poniendo orden a todo, para que más tarde historiadores e investigadores puedan venir y consultar los datos y los archivos cómodamente”, comentó Anne, ya que es consciente de la importancia que tiene la creación de una hoja de ruta fiable en el futuro de la historia. 

Por otro lado, también se están ocupando de la creación y producción de una pequeña guía divulgativa para el santuario con todas las leyendas, documentos importantes, elementos arquitectónicos y momentos de la historia relevantes del santuario. El objetivo es reunir toda la información importante de una forma didáctica para todo aquel que pase a visitar el Santuario de San Miguel. 

“Nos estamos nutriendo mucho de nuestros superiores, son como una encilopedia”

Destacan la complejidad del lugar, sus mitos, historia, su arquitectura, su importancia y relación con el Camino de Santiago... lo convierten en todo un reto. Reto que ambos navarros agradecen ya que está siendo lo más interesante y enriquecedor del programa.  

Aún así, los dos estudiantes no están solos, y cuentan con ayuda tanto de la UPNA como del propio Santuario. 

Mikel García, el ministro de la capilla, es uno de los pilares principales para los dos jóvenes, a los que acompaña durante cada paso del proceso, resolviendo dudas y sirviendo de apoyo moral. 

Además, cuentan con la ayuda y colaboración de dos curas que “son pilares muy importantes por sus aportaciones no solo en sabiduría, sino también en experiencia”, remarca Anne. El primero de ellos, Javier Aldabe es un cura archivero que está guiándolos en el complejo proceso de crear un archivo y Miguel Sagasta “que es una auténtica enciclopedia andante”, coinciden los dos navarros entre risas. 

Asier Núñez, uno de los creadores de la empresa ‘Hup del Norte’

Asier Núñez, uno de los creadores de la empresa ‘Hup del Norte’

“No me imagino estar involucrado en un proceso más completo que este”

El alsasuarra de 22 años, Asier Núñez de Lecea, estudiante de Economía en la UPNA, es uno de los alumnos que está disfrutando de la beca de Erasmus Rural durante este verano. Durante estos meses ha trabajado junto con la empresa Planet Energy en Oskoz. La oportunidad llegó a él a través de un trabajo que hicieron en clase sobre la despoblación, en el que hablaron sobre este tipo de becas. Meses más tarde, a la hora de elegir las prácticas se volvió a acordar de esta posibilidad y quiso probar suerte. 

Las prácticas del navarro han consistido en la creación de una empresa desde cero. A través de Planet Energy y con la ayuda del grupo estadounidense Savory, la cual trabaja y ayuda económica y académicamente a más de 100 firmas de todo el mundo. 

Asier ha sido parte de la creación de la empresa Hup del Norte, enfocada en el buen cuidado y uso del suelo

Esta nueva empresa independiente, bautizada Hup del Norte, busca aportar los recursos e información necesarios a agricultores y ganaderos para la utilización y el uso responsable y sostenible del suelo. Para ello, llevan a cabo un trabajo de investigación que les ayuda a obtener las herramientas y las capacidades para poder guiar y ayudar a ganaderos y agricultores.

Todos los integrantes de la nueva empresa se forman directamente con el instituto Savory, está basado en manejo holístico, una manera específica de tratar el suelo. De momento dan cursos presenciales en Oskotz, que pueden durar entre dos y diez días. 

Asier está muy contento con la decisión, ya que dice están siendo unos meses en los que “no podría estar aprendiendo más”. Su trabajo durante estos meses ha sido especialmente administrativo pero también ha tenido la oportunidad de empaparse de las tareas que se llevan a cabo en otros ámbitos. 

Bromea diciendo que estos meses ha sido un auténtico “chico todoterreno”, desde diseñar las redes sociales de la marca, hasta el contacto con el campo, ha sido partícipe del proceso al completo. Asier dice que está agradecido de que la experiencia haya podido ser así, ya que ha sido lo que le ha proporcionado más enseñanzas. Se siente afortunado de haber podido vivir el nacimiento de una empresa nueva y completamente virgen. Sin duda se trata de un proceso muy complejo del que nutrirse.

El alsasuarra espera poder quedarse trabajando en la empresa que ha ayudado a crear a partir de octubre. Actualmente está trabajando y terminando su Trabajo de Fin de Grado (TFG) En la temática del trabajo, Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS, va a poder incluir lo aprendido durante esta experiencia estival. 

Anne Portillo posa en Largoiko.

“Está siendo una experiencia real, siento que estoy aprendiendo más que nunca” 

La beca da la oportunidad a jóvenes como Anne Portillo Ruiz de Larramendi, de vivir una experiencia laboral de “pueblo a pueblo”. Anne, de 22 años, natural de Ayegui, hace las prácticas este verano en la localidad de Villatuerta, a 5 minutos de su casa, en la empresa Largoiko, empresa ingeniera especializada en maquinaria especial. Anne ha terminado este año cuarto de Ingenieria Industrial y supo de la beca del Erasmus Rural a través del correo de la universidad. A la estudiante le pareció una forma muy interesante de introducirse en el mundo laboral.

La estellesa ha pasado el verano aprendiendo cómo llevar a cabo la construcción de maquinaria especializada

La joven dedica ahora 8 horas de su día al proceso completo que supone la realización de máquinas especializadas, desde escuchar al clientes, pensar la idea y realizar el diseño 3D, hasta hablar con los proveedores y comprar los materiales. Anne, está adquiriendo gran autonomía laboral. También cuenta con la ayuda de sus compañeros, que están siendo clave durante el proceso. Ha notado mucha diferencia con la dinámica de la universidad, al ser todo “tan práctico, realista y de la vida real”, ha podido poner en marcha todo aquello que solo había visto sobre los apuntes. Anne siente que durante estos meses de verano ha sido cuando realmente “ha aprendido”. 

Está siendo una experiencia muy gratificante para la estellesa y le encantaría poder seguir en la empresa. Sin embargo, en septiembre empezará el máster de Ingeniería Industrial también en la Upna. Aún así, no pierde la esperanza y comenta “que nunca se sabe”, dejando una pequeña ventana abierta para la posibilidad de volver a la empresa que tanta enseñanza le ha brindado.