La peor y más larga erupción en la historia de La Palma ha obligado a movilizar un volumen de recursos públicos y a una velocidad sin precedentes en la historia de los desastres naturales en España, para afrontar una ingente tarea de reconstrucción que no ha hecho nada más que comenzar.

Cumplido un año desde que estalló el volcán y nueve meses desde que se apagó, casi 200 afectados siguen viviendo en hoteles porque no tienen otro lugar donde alojarse y los sectores que mueven la economía palmera, la agricultura y el turismo aún debaten cómo podrán recuperarse. Estas son algunas de las magnitudes del volcán al que poco a poco llaman Tajogaite y de sus consecuencias.

DURACIÓN Y VOLUMEN

Fueron 85 días y ocho horas de erupción, del 19 de septiembre al 13 de diciembre de 2021, la más larga de cuantas ha sufrido la isla desde el siglo XV y la tercera en la historia de Canarias, tras la de Timanfaya, en Lanzarote (2.055 días), y el volcán submarino Tagoro, en El Hierro (147 días).

El volcán expulsó 217 millones de metros cúbicos de materiales, según la última cartografía en 3D realizada por el Instituto Nacional de Vulcanología de Italia y su homólogo canario, Involcán, sin contar el material depositado bajo el mar en los dos deltas que formó la lava en la costa de Tazacorte. Es decir, emitió tanto material como los seis que le precedieron en la historia de La Palma juntos, a un promedio de 27 metros cúbicos por segundo (m/s), tasa que en algunos días se acercó a los 60 m/s. Si esos 217 millones de m fueran de agua, bastarían para llenar todos los embalses de provincias como Álava, Castellón, La Rioja o Teruel. Las coladas cubrieron de lava 11,8 Km (1.180 hectáreas), el 1,69 % de la superficie de la isla. Esa tremenda losa de roca fundida que se va enfriando lentamente desde los 1.140 grados que llegó a alcanzar abarca seis kilómetros, con unos tres kilómetros de anchura máxima, y tiene una extensión que casi bastaría para sepultar la ciudad de Melilla. La forman 177,6 millones de metros cúbicos de materiales, cuyo espesor medio rebasa los 15 metros, pero que en algunos puntos alcanza los 65, suficientes para tapar por completo estadios como el Camp Nou o el Santiago Bernabéu.

A su llegada al mar, la lava formó dos deltas en la costa de Tazacorte que suman 48 hectáreas de superficie, es el terreno más joven de España. En el mayor, de 43,4 hectáreas, cabe el Estado Vaticano entero.

EN CIFRAS

Más de 7.000 personas fueron evacuadas de sus casas, buena parte de ellas al menos durante los tres meses que duró la erupción. Lo que equivale al 8,2% de la población de La Palma. Además, 2.329 personas residían en el perímetro cubierto por la lava o la ceniza, el 7,1% del censo de los tres municipios que atraviesan las coladas, El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.

Un total de 1.676 edificaciones fueron destruidas o dañadas por las coladas, entre ellas 1.345 viviendas, 180 cuartos de aperos agrícolas, 75 edificios industriales, 44 instalaciones de ocio y hostelería y 16 inmuebles de uso público, como colegios o iglesias, entre otros. Barrios enteros, como Todoque, ya no existen y otros, como La Laguna, tienen ríos de roca en mitad de sus calles.Fueron sepultadas 73,8 kilómetros de carreteras y vías urbanas, la gran mayoría (65%) en Los Llanos de Aridane. Y 370 hectáreas de cultivo afectadas, entre ellas 228 de plátano, 68 de viñas y 27 de aguacate.

Se destinaron, en total, 982 millones de euros en daños a bienes públicos y privados, según la estimación del Gobierno de Canarias. l