La ladera sur del monte Ezkaba todavía humeaba este miércoles por la mañana mientras los equipos de Bomberos y los medios aéreos refrescaban la zona para evitar cualquier rebrote del fuego. El olor a humo todavía era potente y el paisaje negro, desolador. A lo largo del camino contiguo a la ronda Norte, que une Nuevo Artica con Orvina, decenas de personas paseaban como de costumbre a pie, con sus perros o en bicicleta mientras comentaban cómo habían vivido el incendio.

"Cada vez que miro al monte y lo veo negro, para mí supone un auténtico sufrimiento", ha expresado Víctor Juango, que se había acercado con su bici hasta el lugar para observar el desastre. Víctor es vecino de Ermitagaña, pero suele frecuentar el monte Ezkaba en sus paseos y, este miércoles con la mañana, lo ha hecho con especial tristeza: "Es una pena verlo así, ¿qué naturaleza les vamos a dejar a nuestros nietos?". Sobre posibles soluciones, este vecino de Ermitagaña ha apuntado a "más cortafuegos" y a "invertir en mantener limpios y cuidados los montes, sino estamos perdidos".

Durante la tarde de ayer el fuego se propagó con fuerza en escasos minutos. Es lo que recuerda el vecino de Ansoáin Aitor S. que desde su ventana veía de cerca las lenguas de fuego que arrasaron parte de Ezkaba. "Al principio veíamos humo y alguna llama cerca de la cima pero de repente empezó a mover aire y el fuego bajo a toda leche por la ladera. El fuego era impresionante", ha recordado esta mañana mientras paseaba con su hijo y su perro entre Ansoáin y Orvina.

"Tardara años en recuperarse"

Miguel Harana suele pasear habitualmente con sus perros por el monte Ezkaba, pero esta mañana no ha podido hacerlo tras el incendio que se desató ayer. "Es una pena lo que ha pasado y es muy triste ver el monte así", ha comentado Miguel, que ha mostrado su preocupación por la docena de perros que se encontraban en una casa de labranza que fue pasto de las llamas: "Espero que los pudieran salvar". Esta mañana paseaba a sus dos perros junto a su madre, Carmen González, que ha señalado con tristeza que el monte "tardará varios años en recuperarse".

Quienes también frecuentan mucho el monte Ezkaba son R.S. y R.N., vecinos de Villava, que ayer por la mañana pasearon justo por la zona que hoy está calcinada. "Por la tarde empezamos a ver las llamas desde la ventana y se fue extendiendo con rapidez. Lo vivimos con preocupación porque las lenguas de fuego cada vez se iban acercando más", han relatado. A su juicio, el tema de los incendios "es un problema general". "No se cuidan los montes y parece que no importan mucho", han señalado.