La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha subrayado la importancia de la detección precoz del cáncer de mama para tratar esta enfermedad en sus estadios iniciales, por lo que ha emplazado a las mujeres que son llamadas por Osakidetza para someterse a una mamografía a que acudan a hacerse esta prueba.

Sagardui ha hecho este emplazamiento con motivo de la conmemoración este miércoles del Día Mundial contra el Cáncer de Mama durante su visita a los nuevos quirófanos híbridos con los que cuenta el hospital alavés de Txagorritxu.

La consejera ha recordado que el programa de detección precoz lleva en marcha 27 años, en los que ha detectado 11.708 tumores en las más de tres millones de mamografías realizadas en Euskadi, la mayoría de ellos en estadios precoces, lo que ha permitido tratamientos más eficaces y menos agresivos.

Según datos aportados por Salud, el pasado año se detectaron precozmente 687 cánceres (95 en Araba, 370 en Bizkaia y 222 en Gipuzkoa), lo que supone que se descubrieron 6,1 patologías por cada 1.000 mujeres exploradas, la tasa de detección más alta desde que se completara la implantación del programa en el conjunto de Euskadi.

En este programa pueden participar mujeres de entre 50 y 69 años, así como las de entre 40 y 49 años con antecedentes familiares de cáncer de mama de primer grado (madre, hija o hermana). El 80 % del colectivo al que va dirigido acude a estas pruebas.

Más cribados que antes de la pandemia

La consejera ha asegurado que el Servicio Vasco de Salud ha recuperado las cifras previas a la pandemia, cuando las restricciones ralentizaron el ritmo de estas pruebas. Entre enero y septiembre de este año ha llamado a 129.738 mujeres, por encima de las 126.603 a las que citó en 2019.

Además, la consejera ha recordado que para realizar diagnósticos de mayor precisión el Servicio Vasco de Salud ha adquirido 14 nuevos mamógrafos de última generación.