Son muchos los estudios que constatan que la crisis de la covid-19 ha tenido efectos muy negativos en la salud mental de niños y adolescentes. Sin embargo, el aislamiento y las dificultades para relacionarse supuso una liberación para los chicos y chicas que sufrían acoso escolar. Los datos no dejan lugar a duda. En 2019-20, la Asesoría de Convivencia del Departamento de Educación atendió un total de 116 casos de acoso escolar mientras que en 2020-21 los casos se desplomaron a la mitad (56). Un dato que, sin embargo, ha resultado ser un espejismo ya que el final de la pandemia trajo el pasado curso un repunte con 129 casos de bullying. 

En el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, la directora de Inclusión, Igualdad y Convivencia del Departamento de Educación, María José Cortés, insistió en que la prevención es la mejor medicina para combatir esta lacra. Por ello, Cortés apostó por seguir impulsando el progama Laguntza, que busca fomentar la convivencia en las aulas, el respeto y el buen trato entre iguales. Una iniciativa que ha llegado a 76 centros en sus ocho años de andadura. Asimismo, Cortes aseguró que el gran reto es combatir el ciberacoso, al que resulta “mucho más difícil” de acceder e impide al estudiante desconectar de la persecución de sus agresores cuando termina el horario lectivo.

Las solicitudes para actuar ante un caso de acoso escolar, ciberbullying o violencia sexista llegan a la Asesoría de la Convencia a través de las familias de la víctima, de los centros educativos o de los propios menores (en muy pocas ocasiones). “En ocasiones el alumno da su consentimiento pero en otras alumno niega que se esté dando esta situación o pide al profesor o a su familia que no diga nada. Sin embargo, la Asesoría de Convivencia, en cuanto un docente o un familiar da la voz de alarma de un posible caso, inicia el protocolo”, explica Cortés.

El objetivo principal es proteger al menor. “Comienza una etapa de observación para ver en qué situaciones se puede dar acoso y ver quienes son los agentes: víctima, acosador/es y observadores, que muchas veces son los que sirven para dar respuesta”, explica Cortés. A partir de ahí se ofrecen pautas al equipo docente, familia y alumnado. “Se trabaja con la víctima a nivel individual, con su clase y con el grupo en el que la persona acosada puede encontrar apoyos positivos. Se plantean cuestionarios, situaciones de diálogo...”, prosigue la directora del servicio, que añade que en función de la gravedad del caso se establecen “sanciones por daños graves”.

Desde la Asesoría de Convivencia se ofrece apoyo y acompañamiento a centros y a las familias. “Muchas veces los padres del menor acosado solicitan el cambio de centro escolar y en ocasiones se lleva a cabo, sin embargo, no siempre resulta”, reconoce.

Buena parte de las situaciones de acoso se dan fuera del entorno escolar, sin embargo, tal y como afirma Cortés, “normalmente se perciben en el centro”. La mayoría de los casos se dan en Secundaria pero también en el último ciclo de Primaria (5º y 6º). “De hecho hay situaciones muy tensas que ya aparecen en 3º de Primaria (8-9 años) y luego surgen en 5º. De ahí la importancia de trabajar la buena convivencia, el respeto y el buen trato desde edades tempranas. Ese es el objetivo del programa Laguntza”, asegura la directora de Inclusión, Igualdad y Convivencia.

73 centros en la historia de Laguntza

Este programa se inició en el curso 2015-16 con cinco centros piloto con el objetivo de prevenir, intervenir y reducir y/o eliminar situaciones de acoso y ciberacoso en las escuelas. Cientos de docentes y una veintena de centros se involucraron en esta iniciativa y recibieron formación en esta materia. En 2020-21, el programa adquirió un nuevo enfoque y amplió su mirada hacia la educación socioemocional. Se trata de dar recursos al alumnado para que tenga otra forma de tratarse, ofrecerles formación para que adquieran el bagaje emocional necesario para afrontar su vida. 

Más de 1.600 docentes y 46 centros educativos (33 de Infantil y Primaria) y 13 Secundaria se sumaron al programa en 2020-21 y 2021-22. Este curso se han incorporado seis institutos de Secundaria.