Los Reyes Magos han realizado su entrada triunfal en la Rochapea, en el Comedor París 365, donde han hecho llegar la magia a la población navarra más necesitada.

Arropados por decenas de niños y niñas que, asombrados, se acercaban corriendo con una sonrisa de oreja a oreja, sus majestades se detuvieron y bajaron de sus carrozas para ofrecer numerosos regalos.

En la segunda edición de esta cabalgata solidaria, Myriam Gómez García, coordinadora gerente de la fundación París 365, ha explicado que este tipo de eventos son “necesarios para no perder nunca la ilusión”. Desde esta entidad se trabaja para prevenir las situaciones de exclusión social y para mejorar las condiciones de vida de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de lograr una sociedad más inclusiva. 

Con tristeza, ha destacado que “ahora mismo en toda la población han aumentado las necesidades, pero sobre todo han aumentado para el sector más vulnerable, y hay que ayudar a los más afectados”. Para prestar ayuda a los que más lo necesitan, la coordinadora de París 365 pide donaciones de “alimentos frescos, como carne, verdura o pescado, y aceite”, que es lo que realmente garantiza una “alimentación adecuada”. Pero, en concreto, para el día de Reyes, Gómez solo pide “solidaridad”. Por este motivo la cabalgata solidaria visitó el Comedor París 365.

Organizada por la constructora VDR con la colaboración de la empresa Scalpers y el Panadero de Eugui, esta cabalgata solidaria ha repartido en Pamplona un millar de regalos a más de 500 niños en situación de enfermedad o vulnerabilidad.

Además del centro sin ánimo de lucro en la Rochapea, sus Majestades han visitado el Hospital Virgen del Camino, la Clínica Universidad de Navarra, la Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Echavacoiz y la asociación benéfica Gota de Leche. En su recorrido han estado acompañados de 25 pajes reales, agentes de la Policía Municipal, Foral y Nacional, efectivos de la Guardia Civil, los Bomberos de Navarra y el cuerpo militar.

Gaspar, Baltasar y Melchor regalan juguetes a un niño y una niña. Javier Bergasa

REGALOS Y SONRISAS

Los Reyes Magos han sorprendido al barrio de la Rochapea con regalos para todos los niños y niñas, de cero a quince años, que se acercaban a ellos. Emocionados y casi sin creérselo, los más pequeños se abrazaban a la capa de Baltasar, que ha sido el primero en bajar de su carroza. Anifer, con cuatro años, no podía dejar de sonreír al ver que su Rey Mago favorito le entregaba un patinete rosa. Su madre, Grecia, le ha enseñado enseguida a montarse en él, contenta al ver a su hija feliz.

Con la llegada de Melchor, Andrés Sebastián Palacios, de once años, no paraba de dar saltos de emoción. “Melchor es mi preferido”, ha detallado. El Rey Mago le ha regalado una diana de dardos que Andrés ha recibido con mucha alegría. “¡Mi primo tiene una igual, podemos jugar juntos!”, ha expresado. Su madre, Yanina Arévalo, ha declarado que llevan seis meses viviendo en Pamplona y que “es una alegría que se organicen este tipo de actos para personas que tenemos menos oportunidades”.

También Nerea Rodríguez, madre de Carmen, de seis años, se mostraba muy agradecida por la llegada de los Reyes Magos. “Mi hija está muy contenta, le han regalado una muñeca”, ha manifestado. Su hija, impactada por la presencia de los Reyes, ha comentado que no podía elegir uno favorito, y que Melchor, Gaspar y Baltasar le gustaban por igual. 

Así, con entusiasmo, sus Majestades han regalado sonrisas a los más pequeños de la casa que, con sus juguetes nuevos, se sentían felices en uno de los días más mágicos del año.

Un niño, emocionado, monta en su patinete nuevo. Javier Bergasa