La Audiencia Nacional está estudiando dos casos de niñas que fueron sometidas a mutilación genital femenina durante sendos viajes a visitar a sus familias en Malí y Gambia.

Uno de los casos que se encuentran en trámite en la Audiencia Nacional es el de una menor de 5 años que sufrió la mutilación genital femenina en Malí, según informan a Europa Press fuentes fiscales.

Las mismas fuentes precisan que fue la médico de la niña la que se dio cuenta de que la menor había sido sometida a esta práctica e informó de los hechos.

El otro caso que está estudiando la Audiencia Nacional es el de una familia de Gambia que hace unos seis o siete años viajó a su país de origen con sus hijas menores, una de las cuales, de un año de edad, fue sometida a la mutilación genital.

Según fuentes fiscales, la niña sufrió una ablación faraónica, la cual se considera la forma más agresiva de mutilación, que consiste la extirpación de los labios mayores y menores y del clítoris. También en este caso fue la pediatra de la menor la que dio la voz de alarma. El sumario se elevó a la sala y se revocó porque faltaban diligencias y está pendiente de concluir las diligencias.

En estos casos, es frecuente que los padres de las menores achaquen la responsabilidad a la abuela ya que es quien suele velar por que se guarden este tipo de prácticas que son consideradas tradiciones en estos países.

La mutilación genital femenina se considera una violación de los derechos humanos y, en febrero de 2016, Naciones Unidas abordó este tema como una prioridad entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcándose como referencia el año 2030 para acabar con esta práctica.

El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, anunció en 2015 la prohibición de la mutilación genital femenina en el país. Si bien, se sigue practicando al igual que en muchas comunidades de distintos países, y, según estimaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), este año, 4,3 millones de niñas corren el riesgo de sufrir mutilación genital femenina en el mundo.