En 2022 se administraron un total de 656.753 vacunas en la Comunidad Foral, un 58,4% menos que el año anterior, cuando las dosis llegaron a 1.577.314. “La diferencia entre ambos años está motivada por la vacunación frente a la covid-19”, explica Manuel García Cenoz, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del servicio de Epidemiología y Prevención Sanitaria del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), quien destaca que el año pasado “el 58% de la población navarra –387.555 personas– recibió al menos una dosis de vacuna”

El experto sostiene que “aunque las vacunas no son obligatorias es recomendable tener al día el calendario de vacunaciones para alcanzar unos niveles óptimos de salud”. No obstante, “evitan cerca de 5 millones de muertes al año” en el mundo y explica, al respecto, que “la viruela fue declarada erradicada en 1980 gracias a la vacunación de toda la población. Hay enfermedades que están cerca de ser eliminadas, como la poliomielitis, el sarampión o la rubéola, y la incidencia de otras ha disminuido a mínimos gracias a la vacunación”. De hecho, “hay personas que, como la incidencia de estas patologías es muy baja, no sienten la necesidad de vacunarse”, pero García Cenoz asegura que “es un error, ya que al disminuir las coberturas puede reintroducirse la enfermedad en la población, como ha pasado con el sarampión”. 

Bajan las vacunas no covid

Así, según los datos de Salud, en 2020 se administraron 367.359 vacunas en el SNS-O, si bien excluyendo las dosis contra la covid-19 fueron 366.496. En 2021, sin contar las inyecciones frente al coronavirus, se pusieron 333.688; y en 2022, 312.363, por lo que las vacunas para el resto de patologías se redujeron un 14,8% en 2 años, pero matizan que hay menos nacimientos.

Y es que, como apunta, “durante los primeros meses de pandemia se retrasaron las vacunaciones propias de calendario por dificultad en el acceso al sistema sanitario”; una demora que “se ha ido recuperando paulatinamente y, en el momento actual, estamos en una situación similar a la prepandémica” en cuanto a las coberturas vacunales, que son mayores en los 2 primeros años de vida, “cuando en muchos casos son superiores al 90%”. 

Así, en la vacuna hexavalente, que protege frente a la hepatitis B, la difteria, el tétanos, la tosferina, la poliomielitis y la enfermedad invasora por Haemophilus influenzae tipo b, la cobertura de la pauta completa (3 dosis) subió al 95% en 2021; en la conjugada frente al neumococo se mantuvo en el 98,9% (pauta completa); en la de enfermedad meningocócica C (dos dosis) bajó hasta el 92,2%; en la triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) alcanzó el 94,3%; mientras que en la de la varicela fue el 93%.

En la vacuna frente al virus del papiloma humano, que se pone en la adolescencia, la cobertura con pauta completa llegó al 79%. En los adultos, sin embargo, las coberturas de vacunación “no son tan altas”. Así, en la campaña antigripal 2022-2023 fue del 77% en las personas de 75 y más años, mientras que bajó al 68% en la población de 65 a 74 años y en la de 60 a 64 años se situó en un 45%. En el personal sanitario fue del 61%.

APUNTES

  • Cómo funciona una vacuna. El médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Manuel García Cenoz explica que una vacuna “es un preparado biológico compuesto fundamentalmente por antígenos derivados de microorganismos modificados, capaces de inducir una reacción inmune protectora frente a la enfermedad que queremos prevenir. Tras su administración provocamos artificialmente una reacción controlada y segura que nos protege de la exposición natural al microorganismo implicado en esa enfermedad. Cuando una persona recibe una vacuna, el sistema inmune la reconoce como un agente extraño y produce una respuesta generando anticuerpos y otros mecanismos de defensa frente a la enfermedad. Si el individuo vacunado se infecta antes de que el patógeno pueda multiplicarse para causar la enfermedad clínica, los anticuerpos y las células producidas por la vacuna impiden la infección”. 
  • 7,3 millones destinados a la compra de vacunas en 2022. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra se encarga de comprar las vacunas y distribuirlas a los centros dependientes del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) para su administración. Para la compra de estos preparados que inmunizan frente a una enfermedad, Salud Pública destinó alrededor de 7.350.000 € en 2022.

DOSIS ADMINISTRADAS EN 2022 FRENTE A LAS SIGUIENTES ENFERMEDADES

  • Covid-19 344.390
  • Gripe 160.437
  • Difteria 38.579
  • Tétanos 23.336
  • Neumococo 26.241
  • Tosferina 10.382
  • Hepatitis B 19.174
  • Poliomielitis 15.581
  • Haemophilus influenzae b          15.395
  • Meningococo B 11.945
  • Sarampión 11.924
  • Rubéola 11.924
  • Paratoditis 11.924
  • Varicela 11.893
  • Virus Papiloma Humano 10.240
  • Meningococo C 20.225
  • Rotavirus 7.080
  • Herpes Zóster 4.088
  • Hepatitis A 2.924
  • Otras 2.660
  • Total 760.342 (*)

* La cifra total no coIncide con el dato de 656.753 vacunas puestas el año pasado porque contempla la cifra de dosis frente a una enfermedad y en una vacuna puede haber dosis para una o varias patologías.