Pensar en el verano de 2022 es pensar en calor. También en el regreso tras la pandemia de los Sanfermines y de las fiestas, pero es que éstas también tuvieron al calor como protagonista. Termómetros por encima de los 40 grados, olas de calor que se alargaban un día tras otro y unos incendios históricos que arrasaron la Zona Media de Navarra a mediados de junio. El verano pasado será recordado por ser uno de los más calurosos en la Comunidad Foral desde que hay registros –junto al de 2003–, con once alertas por altas temperaturas que estuvieron activadas durante 19 días, el 17% de las jornadas en las que está activado el Plan de prevención por calor –del 1 de junio al 15 de septiembre–.

Las temperaturas registradas en muchos puntos de la comunidad fueron de récord histórico. De hecho, cuatro de los siete días más calurosos de Navarra en los últimos 50 años fueron en 2022. Según la Memoria de Salud Pública, el año pasado se lanzaron 11 alertas por altas temperaturas: el 13, 14 y 16 de junio; el 10, 11, 12, 13 y 15 de julio; y el 1,3 y 8 de agosto. Para la Zona de Ribera de Ebro, se lanzaron 11 alertas por superar en alguno de los 5 días siguientes los umbrales de 36 grados de temperatura máxima y 21ºC de temperatura mínima establecidos el año pasado, estando en alerta 19 días. En la Zona Norte y Zona Media, hubo 10 alertas, generando 17 días en alerta, por superarse los umbrales de 36º grados de máxima y 18 de mínima, un 15,9% de las jornadas en las que está activado el plan.

Estas olas de calor se asemejan a la vivida en 2003, que afectó a Navarra y a toda Europa provocando un exceso de mortalidad y una percepción del potencial impacto negativo para la salud del calor extremo.

El impacto del calor

Y esas altas temperaturas durante tantos días tuvieron sus consecuencias. A los incendios que arrasaron media Navarra se unen las 118 muertes atribuibles a las altas temperaturas, las 114 atenciones por calor registradas por Salud Pública y el incremento de la actividad hospitalaria. Para hacerse una idea del impacto de las altas temperaturas basta con fijarse en lo que ocurrió durante los Sanfermines, que se vivieron bajo una alerta naranja. Los servicios sanitarios de Cruz Roja comunicaron 162 atenciones relacionadas con el calor en la Plaza de Toros de Pamplona en tan solo tres días: el 11, 12 y 13 de julio. 

Por otra parte, del 1 de junio al 15 de septiembre de 2022 –periodo de vigencia del plan por altas temperaturas– se registraron un total de 72.534 atenciones en Urgencias hospitalarias de Osasunbidea, un 11,1% (8.035 casos) más que en el mismo periodo de 2021, año en el que este servicio sufrió el impacto de la pandemia. Si comparamos con años prepandemia, el incremento es inferior pero también se observa un incremento del 5% con respecto a 2019.

Nada hace indicar que lo vivido el año pasado vaya a ser algo excepcional de ahora en adelante. De hecho, los expertos de Salud Pública sostienen que “previsiblemente, las olas de calor serán cada vez más intensas, frecuentes y duraderas en los próximos años debido al cambio climático”; y por el momento la Aemet ya prevé que en este verano de 2023 el calor va a volver a dar de que hablar.