La instructora de movilidad de la Fundación ONCE del Perro Guía Natalia Romero Piñán afirma que “hay mucha demanda”, pero advierte a quien esté interesado de que “debe armarse de paciencia porque solo hay una escuela homologada por la ONCE y damos unos 120 perros al año”, de manera que la lista de espera es de 5 años y tienen preferencia los que han tenido antes.

Como explica Romero, “la persona ciega tiene que saber moverse y orientarse, conocer la dirección donde va y cómo llegar y el perro tiene que hacer que sortee los obstáculos” y, para cumplir esa difícil tarea, debe completar una formación de 2 años

Requisitos para ser perro guía

En cuanto a los requisitos para ser perro guía, “el fundamental es que sea de cierto tamaño para que pueda guiar, llevar, tirar de una persona... Un can de 30 kilos podría valer y, en cuanto al temperamento, que sea tranquilo, tenga ganas de agradar, de trabajar, de hacer las cosas que le pides, de aprender, que no tenga miedos... y que no sea agresivo”.

En la escuela ubicada en Boadilla del Monte, prosigue la experta, trabajan con las razas “labrador, golden retriever, así como con cruces entre estas y, en menor medida, con pastor alemán y caniche gigante con cruce de labrador y algún mestizo”.

Cuando tienen 2 meses, entregan los cachorros a familias voluntarias para que sociabilicen. “Les enseñan a comportarse en casa, a entrar en todos los sitios y cuando tienen un año vuelven a la escuela”, donde al principio están con un entrenador y después con un instructor, que actúa como si fuera invidente para enseñarles. Una vez finalizada esa etapa, de unos 3-4 meses, seleccionan a la persona ciega “compatible” con ese perro concreto y hacen un curso de unas tres semanas en la escuela. Después, se marchan a casa, donde hay un periodo de adaptación de 3 meses. 

“El trabajo de perro guía es uno de los entrenamientos más difíciles”

Natalia Romero Piñán - Instructora Fundación del Perro Guía

La instructora considera que “el trabajo de perro guía es uno de los entrenamientos más difíciles, porque va en contra de todos los instintos del animal”, como correr libremente, coger algo del suelo o ir oliendo por las calles. “Tiene que ir centrado en ti y tú tienes que ser su todo, y a él le tiene que gustar y le gusta”, sostiene. Por ello, es importante no distraer su atención. De hecho, considera fundamental para ayudar a las personas ciegas “hablar más. Si vamos con una mascota por la calle decirles estoy aquí con un perro, paso por tu derecha” y no interferir en el trabajo del perro guía. “Si quieres acariciarlo, pide permiso, nunca ofrecer comida e incluso el contacto visual es motivo de distracción”, ya que puede causar un golpe o caída. Como concluye, “hay que agradecer al que compra el cupón; esto funciona”.