Hoy por la mañana ninguna tormenta ha amenazado con estropear las fiestas en Sarriguren. Todo lo contrario: el día ha comenzado con un sol que ha animado a muchas familias a acercarse al Ayuntamiento del Valle de Egüés. 

Allí han ido llegando poco a poco los concejales txikis, acompañados de sus padres y hermanos. Una vez todos listos, a las 11.00 horas, han empezado a entrar al salón de plenos del Ayuntamiento. A medida que la alcaldesa txiki, Marlene Sarrias, ha anunciado sus nombres, han ido saliendo todos los concejales y han ocupado sus asientos, no sin antes recibir una orla roja en honor a su cargo. 

De este modo, a las 11.05 se ha dado comienzo al acto en el que los representantes más jovencitos del Valle de Egüés han tenido la posibilidad de manifestar sus propuestas para mejorar el estilo de vida en la comunidad y aumentar el bienestar.

Uno a uno, han ido encendiendo sus micrófonos, en orden, interviniendo de forma clara y concisa. A medida que han terminado de hablar, han ido apagando sus micrófonos y la alcaldesa txiki ha cedido el turno a otro miembro del consejo. Todo ello, con un orden y respeto no muy común en los plenos de adultos.

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Ambientazo en los calderetes de Sarriguren Unai Beroiz

Las peticiones

Bajo la mirada atenta y sonriente de los familiares del público, que sujetaban con una mano el móvil y con la otra la de sus parejas, engrandecidos de orgullo, los concejales han ido uno por uno anunciando sus peticiones. Algunas más pretenciosas que otras, pero todas válidas y factibles. 

Uno de los primeros en pronunciarse ha sido Martín Pereya, que ha pedido al Ayuntamiento “un carril bici por todo el Valle de Egüés”, algo con lo que Elena Ruiz (otra concejala) ha coincidido cuando ha pedido que se hagan “caminos que junten Egüés”. De algún modo, lo que estos “jóvenes políticos” han solicitado es la unidad entre los pueblos. 

Otra propuesta interesante ha sido anunciada por Irune Santos, que ha demandado “una biblioteca más grande”. A las peticiones en favor de la cultura se ha sumado el concejal Marcos Quiles: “Pido al Ayuntamiento que haga un salón de actos con representaciones teatrales”. Pero no han sido los únicos. María Pérez, por su parte, ha querido solicitar "una casa de cultura"

Algunos concejales, más aficionados al deporte y al ocio, han optado por hacer peticiones de un estilo un poco más lúdico. Carla Sesma ha trasladado al Ayuntamiento su deseo de “construir un campo de béisbol”. Por otro lado, Maya San Martín ha sido un poco más ambiciosa y ha dado un paso más allá. El no ya lo tenía, así que ha optado por ir con todo: “ Le pido al Ayuntamiento una casa para niños mayores de diez años con Ping pong, futbolín” y demás.

Por último, algunos de los jóvenes concejales se han preocupado por su educación y la de las futuras generaciones. Aimar Sesma, ha declarado alto y fuerte que le gustaría que hubiera “más salidas para aprender euskera”. Esta propuesta ha sido respaldada por otro miembro del pleno, Eider García, que ha solicitado la “creación de una escuela en euskera para el Valle de Egüés”.

El txupinazo

A las 11.20 horas ha finalizado el pleno y todos los miembros del consejo han posado para los fotógrafos. Después han salido al balcón del Ayuntamiento con vistas a la explanada y el césped, lugar donde permanecían expectantes más de 150 personas. Hacia las 11.25, todos los miembros del consejo ya estaban bien colocados, a la espera del txupinazo. 

Antes de lanzar el cohete, la alcaldesa txiki, Marlene Sarrias, se ha subido a una silla y ha tomado la palabra. Ha deseado a todo el mundo un “feliz día y unas felices fiestas”. A las once y media ha prendido la mecha del cohete y se ha producido el txupinazo. Tras el fuerte sonido del cohete, los concejales txikis han lanzado globos y gominolas y las familias y han gozado de una Txaranga.