Las listas de espera han sido siempre el hueso duro de roer de los diferentes departamentos de Salud desde tiempos de UPN. De hecho, en la última legislatura de los regionalistas (2011-2015), con Marta Vera al frente de Salud, las listas de espera se duplicaron, pasando de los 26.000 pacientes al inicio de la legislatura a los 51.704 con los que se llegó a julio de 2015. Después vino el Gobierno del cambio, con Fernando Domínguez al frente del departamento de Salud en una situación parecida a la actual: en esta pasada legislatura –marcada por el impacto de la pandemia de covid-19– también se han duplicado los pacientes en lista de espera: de 40.402 en agosto de 2019 a los 60.612 en julio de 2023.
Pues en el curso legislativo en el que Domínguez estuvo al frente del departamento (2015-2019) las listas de espera se redujeron en 11.000 personas: en julio de 2015 había 51.704 pacientes esperando primera consulta y en agosto de 2019 había 40.402.
Ahora, el consejero afronta una nueva legislatura en la que el reto de las listas de espera es más urgente si cabe y como ya avanzó tras la toma de posesión el pasado viernes, va a ser una de las líneas prioritarias del departamento: “Nos corre prisa solucionar las listas de espera porque detrás de cada número hay una persona. Tenemos un plan que ya lo pusimos en marcha en 2015, con medidas a corto plazo como jornadas extraordinarias”.