Amudisna, la asociación de mujeres con discapacidad de Navarra, nació porque “había un vacío: no nos sentíamos escuchadas y quisimos crear un espacio de comprensión”, ha explicado Mariví Remón, presidenta de la asociación. Cuatro años después, entre música, charlas e hilados, se ha celebrado una fiesta para visibilizar esta realidad que en ocasiones parece silenciada.

Los inicios no fueron fáciles. “Nos costó salir adelante porque sufrimos de lleno la pandemia, pero desde el principió teníamos claro que teníamos que hacer mucho ruido para que la gente se conciencie”, ha comentado Mariví.

A pesar de haber hecho ya varios eventos durante el año, las componentes han considerado que con esta fiesta era posible “dar, por un lado, visibilidad a la mujer con discapacidad y, por otro lado, a la mujer en general. Tenemos que dejar de tener la idea de que somos cuidadoras. Somos personas y, aunque tengamos dificultades, podemos con todo”. De esta manera, uno de los objetivos fundamentales es “dar a conocer la presencia que tiene la mujer”, ha sentenciado.

El grupo Azules Calados durante su actuación. Javier Bergasa

El grupo Azules calados y la Escuela Navarra de Jotas son algunos de los nombres que quisieron colaborar en la fiesta. “Somos un grupo pequeño, por lo que es difícil preparar eventos como este, pero hay muchas personas que están dispuestas a ayudar y embellecen las actividades que hacemos”. Cada vez, la asistencia es mayor: “Sentimos que cada vez la gente quiere escuchar un poco más nuestra causa. Sin embargo, la gente que se anima son sobre todo personas que tienen discapacidad y quieren encontrar su hueco, aquí con nosotras”, ha señalado Mariví.

Luchar a contracorriente

“Tú no vales por tener una discapacidad” es una frase que estas mujeres no han dejado de escuchar a lo largo de su vida. “De eso nada. Nosotras seguimos adelante y hemos creado esta asociación para empoderarnos y colaborar entre nosotras”. Además, ha añadido Mariví, “entre nosotras nos podemos entender un poco más. La gente se puede esforzar por entenderlo, pero no llegan a comprender por qué luchamos o por qué nos esforzamos tanto en construirnos”.

De hecho, actualmente sigue habiendo una barrera a la hora de entender la discapacidad. Juani Medina, secretaria de la asociación, ha explicado que “no solo hay impedimentos físicos, también es posible que haya complicaciones sensoriales y cognitivas. Y la gente no se da cuenta porque no es visible, pero la dificultad está. Por lo general se asocia, inmediatamente, la discapacidad con la silla de ruedas, pero no siempre es así”. 

Mariví, por su parte, ha comentado que “hay accesibilidad, pero de maneras muy distintas y no siempre ligadas a lo ordinario. Parece que es un privilegio que tengamos las mismas condiciones, pero somos iguales. Como dice el lema: ‘Somos diferentes. Somos iguales. Somos personas’. Es justo que vivamos bien, como vive cualquier otra persona de a pie”.

En lo que se refiere al lema, “es algo muy sincero porque a pesar de las dificultades que padezco —problemas de visión—, nadie debería decirme cómo debo ser. Es mi mundo y yo lo defiendo lo mejor que puedo. Soy capaz de poder hacer esto y mucho más, aunque tenga que trabajar el doble, porque creer es querer creer”, ha asegurado.

Por otro lado, si hay una palabra que define a esta asociación es la sororidad. “Cuando estoy con mis compañeras es como si me pusieran una inyección de vitalidad. Ellas me ayudan en mi día a día y yo trato de hacer lo mismo con ellas. Se lo debo y me lo debo a mí. Las mujeres tenemos fuerza para esto y más. Con el empoderamiento avanzar. Juntas”.

Otra de las claves de Amudisna es el servicio. Juani ha explicado que se trata de una asociación con fines “no lucrativos, sino de servicio. Estamos para ayudarnos y crecer. Por ejemplo, además de estos eventos más ociosos, damos clases de euskera para aprender e integrarnos en la cultura que tenemos, aquí en Navarra. Somos conscientes de que tenemos que dejar huellas para que se pueda seguir con nuestro ejemplo. Somos un testimonio de vida a través de nuestro servicio y debemos hacer cosas buenas para que nos recuerden”. La fiesta de Amudisna ha sonado para que, por fin, se entendiera la discapacidad.