El 24,4 % de la población española piensa que las personas fumadoras deben asumir las consecuencias si desarrollan cáncer de pulmón, considerando de este modo que son las responsables de la enfermedad, lo que implica que aún persiste cierto estigma social, si bien la mayoría (61,7%) opta por una postura más empática, señalando que nadie merece sufrir una enfermedad así.
Estos datos se desprenden del Barómetro Escape de percepción social sobre el Estigma del Cáncer de Pulmón en España, realizado por la Lung Ambition Alliance (LAA), en la que colaboran cerca de una veintena de organizaciones, y que ha contado con la participación de 5.001 españoles. “Esto no debería de ser así porque el que fuma es un adicto y es una persona enferma y debe de recibir nuestro apoyo y nuestra ayuda”, asevera el director del departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y co-coordinador del Proyecto Cassandra, Luis Seijo, en declaraciones a Europa Press tras la presentación de los resultados del barómetro.
Según Seijo, que haya personas que piensen así –que podrían suponer más de 10 millones de españoles si los datos se extrapolan al conjunto del país– puede “romper el sistema” si consideran por ello que el coste de los programas de cribado o de los cuidados sanitarios de cáncer de pulmón o de otras enfermedades vinculadas al tabaquismo deberían asumirlo solo quienes fuman por el hecho de hacerlo. “En mi opinión eso no debe de ser así somos un país solidario y un sistema nacional de salud debería tener en cuenta que nadie tiene lo que se merece y que todos merecen atención”, ha subrayado.
Al hilo de las cifras mencionadas, el estudio también revela que un 22,3 por ciento de la población aún percibe el hábito tabáquico como una decisión personal, aunque el 68,3 por ciento sí considera que se trata de una adicción y no de una elección voluntaria, sobre todo entre mujeres.
Desconocimiento del cribado
El cáncer de pulmón es el más diagnosticado y el que mayor número de fallecimientos provoca en el mundo. En este 2025, se prevé un aumento de casos de cáncer de pulmón en España, con cerca de 35.000 nuevos diagnósticos. No obstante, la supervivencia puede alcanzar el 80 por ciento cuando la enfermedad se detecta en fases iniciales.