La iniciativa ciudadana Mikel Zabalza Gogoan, familiares y amigos han reivindicado "la verdad, justicia y reparación" para el caso de Mikel Zabalza en un acto celebrado en la Fábrica de Armas de Orbaizeta, cuando se cumplen 38 años de su muerte tras ser detenido por la Guardia Civil.

Durante el acto, junto al monumento que se encuentra frente a la casa natal de Mikel Zabalza, Ainhoa Bueno, representante de la iniciativa ciudadana, ha destacado que "la tortura ha sido una práctica sistemática en nuestro país y urge hacer realidad el reconocimiento de todos los casos, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición; así como es urge que la tortura patriarcal hacia las mujeres sea reconocida".

En ese sentido, y coincidiendo con la celebración el 25 de noviembre del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y la huelga general feminista del 30 de noviembre, Ainhoa Bueno ha censurado "la doble condena sufrida por las mujeres, haciéndolas sentir culpables". "Todas las prácticas han querido transmitir la misma idea, que esas mujeres no eran buenas, o al menos no eran las mujeres que el sistema necesitaba", ha afirmado.

Por ello, en el acto se ha realizado una lectura musicada con testimonios de varias mujeres, y también ha participado la Red Navarra de Torturados.

Mikel Zabalza recibió el reconocimiento como víctima por parte del Gobierno Vasco en febrero de 2021, y en Navarra, la comisión que lo llevará a cabo está estudiando el caso. Otras 300 personas que han denunciado torturas también han hecho esta petición, y la iniciativa ciudadana ha pedido al Gobierno "valentía", ya que "el reconocimiento les va a poner un paso más cerca de la reparación".

Mikel Zabalza fue detenido por la Guardia Civil el 26 de noviembre de 1985 en San Sebastián. Fue dado por desaparecido. La iniciativa ciudadana ha explicado que, según la versión oficial, Zabalza fue trasladado por los guardias civiles a Endarlatsa en busca de un presunto zulo y huyó saltando al río Bidasoa.  Transcurrieron veinte días, se procedió al registro de la zona supuestamente desaparecida y finalmente fue la propia Guardia Civil la que localizó el cadáver en aguas del Bidasoa el pasado 15 de diciembre.