El exdelegado del Gobierno contra la violencia de género Miguel Lorente aboga por hacer una evaluación de riesgo sobre el agresor, en lugar de a las víctimas de violencia de género. “Se tiene que hacer una evaluación de riesgo sobre el agresor, no sobre la víctima, que es la que hace la Policía. Está muy bien, pero es insuficiente. Luego hay que complementarla con la del agresor. Hay que hacerlo sistemáticamente y adoptar medidas con mucha más contundencia”, asegura.

En este sentido, indica que hay que “mejorar mucho para ser eficaces desde el principio” en la protección a través de la evaluación de riesgo policial. Además, hace alusión a las pulseras de control telemático contra la violencia machista. “Todavía se están utilizando las 3.000 primeras pulseras que adquirí cuando estaba yo de delegado del Gobierno. Trece años después todavía siguen las mismas y se tendrían que usar mucho más”, añade el experto.

También destaca el “efecto disuasorio” que tienen estos dispositivos y apunta que “muchos agresores” empiezan a pensar en otra cosa cuando ven que, si se intentan acercar, el dispositivo se dispara. En todo caso, precisa que “muchas veces” intentan probarlo a ver si funciona o no, y cuando ven que rápidamente reciben la llamada, “se paran”. Asimismo, indica que también podría ayudar “a tomar conciencia” la “detección privada”, detectar a las mujeres allí donde están, que es en los servicios sanitarios, que, a su juicio, resultan “claves”.

“El 100% de las mujeres maltratadas va al servicio sanitario y va con frecuencia, porque la violencia produce un impacto en su salud. Entonces, ahí es donde tenemos que desarrollar medidas para detectarlas, atenderlas, protegerlas y luego canalizar la violencia cuando corresponda”, afirma para agregar que la educación y la prevención se encuentran “en la base”.

Precisamente, sobre la apelación al entorno que hicieron tanto la ministra de Igualdad, Ana Redondo, como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, señala que “todo suma” pero que el enfoque actual es “erróneo”. “Erróneo por insuficiente, no porque esté mal centrado en un problema”, matiza para agregar que trabajar con los entornos “no es tan sencillo ni tampoco tan práctico”.

Respecto a la decisión por parte de Igualdad de convocar los comités de crisis cada cinco asesinatos machistas, destaca que se trata de “un mensaje negativo”. “Es una barbaridad, no se puede hacer un gabinete de crisis cuando matan a cinco mujeres. Hay que hacer el análisis de cada uno de los homicidios. Esto genera una sensación de que se actúa a posteriori cuando ya han asesinado”, recalca.