Alquilar una habitación y compartir piso ha dejado de ser un refugio para quienes no pueden hacer frente a los desorbitados precios de la vivienda. La escalada salvaje del mercado de arrendamiento y la escasa oferta han disparado el coste de las habitaciones de alquiler, que en el caso de Navarra casi duplica al precio que tenían en 2015.

Desde entonces, alquilar un cuarto en una vivienda compartida se ha encarecido un 86% –la comunidad con mayor subida del Estado– pasando de los 255 euros mensuales de media de hace 8 años a los 474 euros actuales. Sin embargo, encontrar un cuarto se ha convertido en muchas ocasiones en una odisea por la alta demanda y la escasa oferta, pese a que actualmente hay al menos 360 habitaciones en busca de inquilino en Navarra. 

Son cifras extraídas de portales inmobiliarios porque no existen datos oficiales sobre habitaciones de alquiler, ni a nivel navarro ni a nivel estatal, y es la oferta el único termómetro disponible para tratar de medir esta realidad del mercado del alquiler. Así, según Idealista actualmente hay más de 360 habitaciones disponibles para arrendar en Navarra –entre cuartos en pisos compartidos, habitaciones en grandes viviendas e incluso residencias– y el 87% de ellas se encuentran en Pamplona y comarca, donde los precios más bajos rondan los 250 euros y los más altos se elevan por encima de los 900, la mayoría de ellos ubicados en los barrios de la capital.

La media en Pamplona ronda los 500 euros al mes por habitación, pero más allá de la comarca los precios descienden considerablemente, aunque el número de pisos que se ofertan en el resto de Navarra no llega al medio centenar. Los precios máximos que se registran en el Área de Tudela no superan los 650 euros al mes por un cuarto; en Sangüesa y Tafalla están por debajo de los 400; y en Estella el precio más alto ronda los 350.

Los alquileres de habitaciones se han quedado fuera de la nueva normativa estatal en materia de Vivienda y no están sujetos a la Ley de Arrendamientos Urbanos, sino que se rigen por el Código Civil, es decir, alquilar una habitación –la unidad mínima de vivienda– se concibe como un acuerdo entre dos partes que puede ser desde un contrato privado hasta un acuerdo verbal y es perfectamente legal. Lo que está al margen de la ley es alquilar una vivienda para luego subarrendar sus habitaciones, una práctica que están detectando cada vez más desde el departamento de Vivienda.

El Gobierno foral ya ha anunciado su intención de limitar los precios de los alquileres de las zonas tensionadas, pero siempre a las viviendas completas, no por habitaciones. Por lo tanto, existe el riesgo de que muchos propietarios decidan arrendar sus inmuebles por habitaciones en lugar de la vivienda entera para esquivar así la limitación de los alquileres.

Entre las 5 comunidades más caras

Pero la escalada del precio de los alquileres de pisos compartidos no es un problema exclusivo de Navarra, aunque sí es la comunidad en la que más ha empeorado, ya que registra el mayor encarecimiento entre las comunidades: un 86% desde 2015, según un informe publicado recientemente por Fotocasa.

Asimismo, la Comunidad Foral es una de las cinco CCAA con un precio medio por habitación (474 euros al mes) superior a la media estatal (466). Solo le superan Catalunya (582 euros al mes de media por habitación), Comunidad de Madrid (541), Baleares (489) y la CAV (483 euros al mes). Es decir, después de las dos principales ciudades del Estado (Madrid y Barcelona) y de uno de los principales destinos turísticos (Baleares), Navarra y la CAV son los territorios donde el alquiler de habitaciones es más caro.