Las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen al alza, sobre todo en los adultos jóvenes: algunas, como la gonorrea y la sífilis, encadenan más de 20 años de incremento y su incidencia se ha multiplicado por 25 y 10, respectivamente, mientras que la clamidia se ha disparado un 245 % desde 2016. Así lo revela el informe Vigilancia epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España 2022, elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Ciber de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Salud Carlos III, que recoge los datos de las cinco ITS de declaración obligatoria en nuestro país. Se trata de la sífilis, la sífilis congénita y la infección gonocócica (gonorrea), a las que en 2015 se sumaron la clamidia (Chlamydia trachomatis) y el linfogranuloma venéreo (LGV).

Todas acumulan años de escalada (unas más que otras, pero depende del momento en el que se empezaron a contar), solo rota en 2020, aunque ese descenso “puede atribuirse en mayor o menor medida” a la pandemia de covid-19 por el confinamiento y la sobrecarga asistencial.

En las cinco hay un predominio de hombres sobre mujeres, con una mayoría de casos en adultos jóvenes, aunque con diferencias según la enfermedad; la clamidia fue la más diagnosticada en menores de 25, y el LGV, el que menos.

La clamidia se dispara un 245 % desde 2016

De infección por Chla-mydia trachomatis se confirmaron 26.518 casos en las 16 autonomías que vigilan esta ITS (todas menos Galicia, Asturias y Baleares), con lo que la tasa por 100.000 habitantes se situó en 62,38, un 245 % superior a la de 2016, cuando empezó a contabilizarse. Las tasas más altas se observaron en Catalunya (162,92), Navarra (111,34), País Vasco (101) y Madrid (61,13), y las más bajas en Aragón (1,29), Extremadura (4,94) y Castilla La-Mancha (7,12). Melilla no notifico ninguno.

A diferencia de otras en las que hay un claro predominio de hombres, casi la mitad (12.792, el 48,2%) de los casos de clamidia se detectaron en mujeres, y cuando son más jóvenes que ellos (24 frente a 30 años). La mediana de edad al diagnóstico fue de 27. La mayoría se produjeron entre los 25-34 años (36,4%) y 20-24 años (26,4%), que tuvieron unas tasas de 315,68 y 203,85, respectivamente. El porcentaje de casos entre 15 y 19 años fue del 10,9%.