¿Qué se está haciendo ahora mismo en Navarra en prevención del suicidio?

Está el Protocolo de prevención y actuación ante conductas suicidas que se elaboró en 2014, que ahora le estamos dando una vuelta para actualizarlo, y el Plan a la atención de conductas suicidas de la Red de Salud Mental. En todas las comunidades se ha hecho un plan o una estrategia debido a la ausencia de un plan nacional de prevención del suicidio, que creo que de momento no va a llegar. En 2022 implantamos el Código Suicidio en el historial clínico, que es una alarma con la que cualquier sanitario de cualquier ámbito puede ver que un paciente está en un momento de crisis.

¿Cuál es la situación de Navarra respecto a otras comunidades?

La situación es similar a la de España. De hecho, la tasa de suicidio en 2022 fue en Navarra de 8,58 casos por 100.000 habitantes y la media española fue de 8,85. Estamos ligeramente por debajo. En hombres es de 11,5 casos y en mujeres de 5,6.

Afecta menos a las mujeres, pero en los últimos años han aumentado los casos...

Sí, vemos un ligero incremento en mujeres, aunque Salud Pública dice que no es un aumento significativo. Pero también es verdad que en el dato global de los últimos 30 años, las mujeres mantienen una tasa estable, aunque eso no quiere decir que en los últimos años no haya repuntado un poco, teniendo en cuenta que los de Navarra son datos muy pequeños.

Por edades, es buena noticia que no haya habido suicidios en menores de 29 años, pero ha habido 14 casos en mayores de 70...

Sí, son tasas muy altas en mayores, pero es algo que no va en aumento porque siempre ha sido así. Nos fijamos mucho siempre en los jóvenes que se suicidan, porque es algo tremendo, y no miramos tanto a las poblaciones más mayores. La tasa de suicido en población mayor de 75 años, sobre todo en hombres, es altísima en toda España y en toda Europa. Y detrás de esto está la soledad, la pérdida de capacidad funcional, las enfermedades...

Asociaciones como Besarkada piden ir más allá y ahondar más en la prevención a nivel social...

Claro, es que si queremos prevenir el suicidio no vale con hacer solo una cosa. Los profesionales activamos el Código Suicidio, nos formamos, hacemos seguimiento y terapias a los pacientes... pero el suicidio es mucho más que eso. Si queremos prevenir hay que trabajar en muchísimos más ámbitos: en la escuela, con jóvenes, con inmigrantes, hacer campañas de control de consumos, sobre todo del alcohol, etc. Hay que coger todos los frentes. Además, ya vemos que el nivel socioeconómico importa en el tema del suicidio, como también importa el tener una vivienda o un trabajo. Entonces, por mucha salud que se haga, si no se va de la mano de otro tipo de políticas –como política social o vivienda– nos vamos a quedar muy cojos. Por eso es tan multidisciplinar el suicidio, porque es necesario tocar todos los frentes. 

¿Qué se hace a nivel escolar?

Se están haciendo muchas cosas: formación para el profesorado, para tutores y para los propios chavales. También hay docentes que trabajan la gestión de las emociones, la tolerancia a la frustración y una cantidad de ingredientes que pueden tener que ver con ese repunte que vemos del malestar emocional de los adolescentes, que está lejos del suicidio, pero hay que trabajarlo.

La pandemia está detrás de gran parte de ese malestar, ¿ha tenido un impacto en el suicidio?

En Navarra no podemos decir que hemos tenido más suicidios de jóvenes, pero sí un aumento de intentos y de conductas autolíticas atendidas en Urgencias, sobre todo en adolescentes mujeres. Es algo que hemos visto aquí y también en otras CCAA. Es un indicador del malestar. El covid fue impactante y agresivo e interrumpió el desarrollo de muchos chicos a los que les pilló con 13 años, por ejemplo, que es un momento en el que empiezas a salir y de repente te encierran en casa. La mayoría han tenido capacidad para superarlo y salir indemnes de la pandemia, pero seguramente los más vulnerables, los que ya tenían dificultades en casa, han sido a los que más les ha afectado. Y es algo que vamos a seguir viendo mucho tiempo.