La nieve atrae a mucha gente y engloba distintas aficiones desde los deportes de más riesgo a los más familiares, pasando por la fotografía o la naturaleza. Cuando la persona en cuestión tiene formación en geología, esa afición se puede convertir en profesión

Es el caso de Iban González, un pamplonés de 48 años, al que el Gobierno de Navarra acudió este viernes para evaluar el riesgo de aludes en el puerto de Belagua y valorar la reapertura de su carretera. González es geólogo y como tal ha ejercido toda su vida. De manera paralela, es aficionado al montañismo y al esquí, y al juntar estas dos facetas, se formó hasta consolidarse como nivólogo y experto en aludes. Como la profesión no está reconocida como tal en España, la mayoría de sus compañeros comparten la misma combinación entre formación y afición. 

Iban González sostiene un bloque de nieve. PATXI CASCANTE

Se dedica a esta especialidad desde hace 9 años y en esta etapa ha realizado trabajos para distintos clientes desde formación para montañeros y profesionales hasta análisis de las montañas. 

Este segundo motivo es que le llevó a la ladera sur del monte Lakora, donde el miércoles una avalancha sepultó la carretera de acceso a la Estación Larra-Belagua. Recibió la llamada desde la consejería de Cohesión Territorial para evaluar la situación y la posible reapertura de cara al fin de semana. A primera hora de la mañana, subió al monte junto a un compañero y tras un serie de pruebas, determinó que la situación era óptima para abrir la carretera.

“Las avalanchas son comunes en esta zona, sobre todo cuando cae mucha cantidad y llega viento de norte”, explicó. Esa combinación de factores es la que ocasionó los derrumbes de miércoles y jueves por que “nevó mucho en un día y llegó nieve acumulada del otro lado de la montaña creando capas de viento”.

Belagua: Limpieza de la carretera NA-137 tras el alud y refugios cubiertos por un gran manto de nieve PATXI CASCANTE

El trabajo de un nivólogo consiste en estudiar las capas del manto de la nieve y ver su nivel de cohesión para predecir posibles avalanchas. Respecto a la situación en Belagua el riesgo reside en que “las placas de viento van cogiendo espesor pero son menos consistentes por lo que el peso de la nieve de la propia nevada hace que cedan”, según ha explicado González. 

Para ellos, realiza un hoyo en el suelo de gran profundidad para poder observar las distintas capas de la nieve, medir la temperatura, observar con lupa los cristales de nieve y determinar cómo de cohesionados están. También realiza test de estabilidad en los que extrae bloques de unos 30 cm y observa la respuesta ante la presión simulada de una nevada. 

Tras realizar este trabajo en Belagua, el nivólogo ha incidido en que el perfil que realizó ayer se limitaba a lo que afecta a la carretera. “El boletín que hemos hecho no es para la situación general de la montaña y esquiadores es diferente. El alud que baja ala carretera, en general, lo hace solo, pero cuando la gente circula por la nieve pueden desencadenar ellas mismas las avalanchas”, ha explicado González. Para prevenir situaciones así recomendó que los que vayan a la nieve este fin de semana “lleven material básico de rescate e interpreten el terreno y las condiciones de la nieve”, sin olvidar que “mientras haya nieve, el riesgo de aludes está ahí”.