La próxima primavera será de nuevo cálida en Navarra, y llega tras un 2023 que ha resultado ser el segundo año más cálido de los registrados, una tendencia "muy preocupante porque está indicando que el calentamiento se está acelerando" y que "tiene sus impactos". Lo ha señalado hoy martes el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Navarra, Peio Oria, quien con motivo del cambio de estación ha expuesto el análisis de los últimos meses y el avance de los próximos, un avance que en cuanto a precipitaciones no ha podido detallar porque los modelos no ofrecen tendencias claras.

Sí lo hacen respecto a las temperaturas, que en el corto plazo ya se anuncian una remontada para esta misma semana, que en el fin de semana podrían llegar a 20 grados prácticamente en toda Navarra, en algunas zonas incluso los 25, y donde, además, "hay probabilidad prácticamente nulo de lluvias en toda la Comunidad Foral".

"De nuevo una primavera muy cálida en Navarra"

En cuanto al trimestre primaveral, Oria ha confirmado que se avecina "muy cálido nuevamente, al igual que los últimos 5 ó 6 anteriores. No solo en Navarra, prácticamente en todo el continente europeo. Los mares van a seguir muy calientes, con temperaturas muy altas".

Todo ello, y dado que los meses de enero y febrero también han sido de altas temperaturas, todo apunta a que 2024 podría ser en su conjunto "extremadamente cálido", al nivel de los años anteriores.

A nivel de trimestre, el conjunto de abril, mayo y junio, la tendencia es "clarísima a que el promedio de temperaturas estén en el percil más alto". Hay probabilidad máxima de que en Navarra, así como a nivel estatal y mediterráneo, las temperaturas se sitúen en valores "extremadamente altos".

En cuánto precipitaciones, Oria ha explicado que "no tenemos seguridad para dar ninguna previsión". Esto ocurre porque los distintos modelos puede prevenir situaciones distintas así como no declinarse por ningún escenario concreto. "No podemos dar ninguna pista, esto significa que hay probabilidades parecidas de que sea un trimestre seco, húmedo o normal", ha señalado.

Tanto los fenómenos del tiempo relacionados con el ciclo del agua como los del ciclo de temperaturas se van extremando y el meteorólogo ha reconocido que "asusta mucho. Vemos que algunos fenómenos, a pesar de que se lleva estudiando y hablando del cambio climático desde hace décadas, todas las señales están acelerando a una velocidad que no se esperaba hace cinco años. Estas tendencias van a aumentarse en los próximos años y es preocupante, cada vez hay fenómenos más desproporcionados".

El segundo invierno más cálido de este siglo

Así, 2023 fue el tercer año más cálido en Navarra desde los años 60 del siglo pasado, el segundo más cálido de este siglo después de 2022, y los tres últimos meses, tanto diciembre como enero y febrero "han sido cálidos o muy cálidos, en el caso de febrero especialmente".

Tanto es así que durante el mes de enero se produjeron récords de temperatura en muchas estaciones de Navarra, récords puntuales que en la Cuenca de Pamplona marcaron el día 26 de enero casi 20 grados de máxima y unos días antes, el 17 de enero, hubo 11,6 grados de mínima, "temperatura muy alta para esa época del año".

En cuanto al comportamiento de las precipitaciones, en general han estado por debajo de la media buena parte del invierno, si bien las abundantes precipitaciones de los días 26 y 27 de febrero, "extraordinarias en el tercio norte de Navarra", han hecho que finalmente el trimestre se pueda calificar de "húmedo" en la Comunidad foral. "Las cinco estaciones más al norte registraron 100 litros por metro cuadrado en tan solo 24 horas, era algo muy poco probable hasta los últimos años", ha destacado Oria.

El lado favorable, tanto por las lluvias como por la reserva de agua en forma de nieve, es que los embalses están con buena reserva de agua, "una situación mucho mejor que la de otras partes de la Península". A la situación actual se sumarán los próximos días el deshielo de los pirineos, que alimentarán aún más los embalses.

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Fotos del pantano de Yesa tras las recientes precipitaciones (6 de marzo de 2024) Jesús Diges / Efe

En cuanto a las temperaturas tan cálidas que de nuevo se esperan para esta primavera, Oria lo ha considerado ya "una tendencia firme", de forma que de los 12 años más cálidos desde 1960, diez pertenecen al siglo XXI, "una tendencia muy preocupante porque está indicando que el calentamiento se está acelerando".

"Evidentemente esto tiene muchos impactos. El año pasado se habló mucho en primavera de la sequía, porque se evaporaba la poquita agua que había debido a esas altas temperaturas. Hace dos años hablamos de olas de calor sin precedentes. El año pasado en verano también hubo una ola de calor que fue corta, pero hubo dos días en agosto, que son de los más cálidos en el conjunto de Navarra. Desde que tenemos datos tuvimos en octubre una continuación del verano. Evidentemente todo esto va teniendo sus impactos", ha resumido el experto.

Por todo ello, ha reconocido la necesidad de concienciar sobre esta evolución y de ejecutar acciones que la palíen: "Todo lo que vaya en la línea de mitigar emisiones, evidentemente ayuda, aunque sean esfuerzos individuales. Cada vez se habla más de la transición energética, y hay que acelerarla y adaptarse a estas nuevas condiciones".