Aún se podían atisbar los últimos rayos de luz cuando la Korrika llegó a la Ribera Alta entrando desde Azagra y marchándose por Sesma después de pasar por San Adrián, Andosilla, Cárcar y Lodosa arropada por decenas de personas que alzaron la voz al unísono en pro de la normalización del uso del euskera en la zona.

Durante toda la jornada se sucedieron decenas de actos en los municipios riberos que sirvieron de antesala y de espera activa, como comentaban algunos de los participantes, a la puesta en marcha; hubo almuerzos, comidas, deporte rural, danzas, talleres infantiles, etc.

Los integrantes de Herriko Gazteak, en Andosilla, lucieron orgullosos el lekuko pasadas las 20.30 horas y, tras recorrer el polígono y pasar por la famosa fuente del vino, enfilaron hacia Cárcar, localidad en la que el Ayuntamiento compró un kilómetro y en el que los vecinos y vecinas aguardaban, al son de la txalaparta, junto al campo de fútbol.

Unos 9 kilómetros les separaban del siguiente destino: Lodosa y, con la noche ya presente, los sartagudeses y sartagudesas, algunas de ellas luciendo el gorro del disfraz de viuda del carnaval rural, completaron el recorrido.

La peña La Plazuela cogió el testigo a la altura del bar Antonio y se lo dio al Ayuntamiento. | FOTO: J.A.DÍEZ

RECIBIDA CON BENGALAS

En torno a las 22.05 horas la Korrika llegó a Lodosa; recibida en la rotonda con bengalas, Ibaialde Ikastola cogió el testigo de la carrera y lideró la marcha durante los siguientes metros hasta que lo cedió a los integrantes de La Plazuela que, cruzaron el casco urbano abriendo filas, algo que agradecían y valoraban muy positivamente desde la junta de la entidad. “Desde AEK nos propusieron colaborar y nos pareció una buena idea porque queríamos apoyar un acto que creemos que enriquece nuestra cultura y que es algo de nuestra tierra, y lo sacamos a votación”.

En esta localidad, además, también se turnaron el lekuko los integrantes de LOIU (Lodosa Organización de Independientes Unidos), y del Ayuntamiento.

Y, por último, y antes de partir hacia Allo y Estella-Lizarra, los sesmeros y los mendavieses, que durante todo el día realizaron actividades conjuntas, se enfundaron las zapatillas y los petos para colaborar en la visibilización y el fomento del euskera, tal y como explicaban desde Mendaberria Euskara Taldea y Taupada.

ALGO NECESARIO

Desde Lodosako Galtzagorri AEK apuntaban que apostar por estas acciones en lugares como la Ribera Alta son “muy importantes y necesarias” para normalizar el uso del euskera y la posibilidad de que todos y todas puedan elegir el idioma en el que estudiar y convivir.