Patricia Fanlo, consejera de Universidad, Innovación y Transformación Digital, inauguró este lunes la XXIV edición de los Cursos de Verano de las universidades navarras. La Universidad Pública de Navarra (UPNA), la Universidad de Navarra y los dos centros asociados de UNED en Navarra (Pamplona y Tudela) ofrecerán un total de 43 cursos universitarios con una oferta “para todos los gustos y toda la ciudadanía que responden a los intereses de estos estudiantes para que en verano no se nos relajen”, aseguró Fanlo.
Con más de 8.000 participantes en estas 23 ediciones, entre la modalidad presencial y la online, Fanlo calificó estos cursos como “una propuesta más que consolidada” gracias a las “temáticas variadas, búsqueda de nuevas fórmulas y formatos más atractivos para el conjunto de la ciudadanía”. Unas iniciativas que Fanlo aseguró que se basan en “compartir conocimiento y estimular el talento en Navarra”. Asimismo, la consejera recordó que para el Departamento son una oportunidad “para fomentar las actividades de extensión universitaria y acercar las universidades a la sociedad para divulgar su talento y su conocimiento”.
Los cursos
Este año, una buena parte de estos cursos estarán destinados al estudio de la Inteligencia Artificial, “que nos parecía de mucho interés en nuestra sociedad”. Otros temas que se tratarán en estos cursos son historia y actualidad social, educación, salud mental, violencia de género, la forma de consumir, sociología o la enseñanza. Estos se impartirán en la UNED en Pamplona, mientras que en la de Tudela se tratrán temas como el cambio climático, la lucha contra el cáncer o la literatura. Por parte de la UPNA, de los 12 cursos que impartirán, 8 de ellos buscarán dar respuesta a los retos sociales de la investigación. En la UNAV, además de IA se tratarán las iniciativas de feminismo o adicciones.
Los cursos no solicitan requisitos previos formativos, la mayoría son gratuitos y se ofrecen en formato presencial y online.
Sin cursos en euskera
Por su parte, Geroa Bai mostró el lunes su “preocupación” y “tristeza” al conocer que esta edición de los Cursos de Verano “no va a incluir ninguno en euskera”. Desde la coalición destacaron la “falta de sensibilidad de las universidades navarras, alguna de ellas con plan de euskera en su institución”, y solicitaron la inclusión de propuestas en esta lengua “por respeto a la ciudadanía navarra, a su cultura y su lengua y a la promoción de la misma”.
Asimismo, pidieron al Gobierno de Navarra “establecer una oferta mínima en euskera como requisito para poder obtener financiación pública (100.000 euros en total), algo que ya se ha hecho antes desde la administración foral”, recordaron. En concreto, explicaron que “en la legislatura 2015-2019 se estableció la condición de incluir, como mínimo, uno de los cursos ofertados en euskera”. Desde Geroa Bai criticaron el “empeoramiento” que los cursos han vivido en este sentido. “La intención era ir aumentando el número con el tiempo. Parecía fácil mejorar ese cupo pero, lejos de mejorar, se ha empeorado, algo que era casi imposible”.
Sin embargo, la coalición aseguró que “les consta” que la UPNA participará en los Cursos de Verano Transfronterizos organizados por la Eurorregión con un monográfico en euskera. También destacó que tanto UPNA cono UNED Pamplona han mostrado el “compromiso” de ofrecer “uno o más curso en euskera en Navarra antes de finalizar el verano”.
“La soledad influye en la salud física y emocional y la longevidad”
La lección inaugural de los Cursos de Verano 2024 corrió a cargo de Txetxu Ausín, profesor, investigador científico y director del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien impartió la conferencia Soledades: malestares y pliegues de la cotidianidad. Ausín diferenció la soledad buscada de la no deseada o impuesta, que se define como “la carencia en la cantidad y calidad de los vínculos con otras personas”. En este sentido, recordó que “podemos estar rodeados de gente y sentirnos solos, como se ha constado en cárceles o residencias de mayores”.
Una soledad que, como destacó Ausín, supone un problema de salud pública. “Mantener una conexión social de calidad influye de manera muy notable en el bienestar emocional, físico y en la longevidad de las personas, ya que las redes sociales pequeñas o inexistentes contribuyen al mantenimiento de hábitos poco saludables como fumar o sedentarismo”.
También recordó que la soledad es un fenómeno “complejo y plural” que afecta a todos los grupos de edad y en todas las etapas de la vida, donde “el problema es que no dispongamos de los recursos personales y sociales para salir de esta situación”. Sin embargo, subrayó que está muy determinada socialmente por factores como el género, la cultura y las migraciones, la institucionalización o la diversidad funcional. Y para combatir la soledad no deseada, Ausín aseguró que a veces es posible con intervenciones tan sencillas como un ascensor para personas con dificultades de movilidad.