El objetivo de Zaindari es ser más que una simple aplicación de control parental para los dispositivos móviles. Como su nombre indica, que puede traducirse al castellano como “cuidador o cuidadora”, es una herramienta que, además, busca ofrecer a padres, madres, hijos e hijas una educación digital acerca del uso que hacen de Internet. Y todo esto a través de un sistema que sus creadores califican como “novedoso” gracias a que la supervisión no necesita aplicaciones, sino que se realiza a través de la red

Este proyecto nació en septiembre de 2022 en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) como parte de una asignatura que cursaban sus precursores, en la carrera de Ingeniería en Tecnologías de Telecomunicación. De esta manera, Xabier Leonardo y Xabier Erro, pamploneses de 23 años, desarrollaron Zaindari junto a su profesor de Proyectos de Ingeniería Telemática, Eduardo Magaña. Herramienta que desde hace pocas semanas se puede adquirir a través de la operadora navarra de telecomunicaciones Sisnet, que “se ha convertido en la primera a nivel mundial que ofrece un servicio de educación digital y garantiza que su fibra puede ser segura para los menores”, asegura Leonardo.

Para diferenciarse del resto de alternativas de control parental, aprovecharon las carencias que observaron, como la necesidad de instalar aplicaciones. “El problema es que si el menor tiene un iPad y un teléfono Android, el adulto necesita un iPhone y otro Android. Llega un punto en el que necesitas cuatro o cinco aplicaciones y aún así se te quedan dispositivos fuera de la supervisión, como las consolas, en las que no se pueden instalar aplicaciones”, añade Leonardo.  

Para solucionar esta situación, desde Zendari proponen instalar una sola aplicación en el teléfono del adulto que gestione todos los dispositivos conectados a la red del hogar. “Hace que la red sea el elemento inteligente de todo el sistema, porque es el nexo común entre la consola, el móvil o la tablet. Todo está conectado y nos permite gestionar el 100% de las pantallas, dentro y fuera del hogar”.

Esta también garantiza una mayor robustez de la supervisión parental, ya que “el chaval no se lo puede saltar”. Asimismo, les permite adelantarse a las dificultades de Internet, como la rápida y constante aparición de nuevas páginas no apropiadas para menores, como las pornográficas o de apuestas online. Erro explica que el uso que hacen de la Inteligencia Artificial les permite que no tengan que bloquear el acceso a estas páginas una a una y de manera manual, sino que Zaindari busca similitudes con aquellas que ya conoce y las bloquea de forma automática.  

Las funciones

Entre las opciones que ofrece Zaindari, Leonardo y Erro destacan tres pilares clave. En primer lugar, filtra y bloquea contenido del tipo pornográfico, violento, de apuestas online o que parezca sospechoso de estafas, entre otras páginas. En segundo lugar, ofrece a los padres y madres la información acerca de qué consumen sus hijos e hijas, durante cuánto tiempo y cuándo lo hacen. Con estos datos, Zaindari permite aplicar límites de uso como, por ejemplo, el bloqueo del acceso a Internet por la noche “para garantizar una buena higiene del sueño”, destaca Leonardo. 

El dilema de las pantallas

Una de las cuestiones que ronda en el debate colectivo es la edad a la que una persona debería poder acceder a Internet por primera vez. En este sentido, Erro asegura que “bloquearlo a los jóvenes podría revertir sobre las vocaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)”. Es por eso que, desde Zaindari, buscan promover una educación digital para adultos y menores con el objetivo de que sean conscientes del uso que hacen de Internet sin necesidad de prohibirles su acceso. Como explica Leonardo “muchas veces la problemática se centra en el uso de las pantallas casi más que en el contenido y el cómo se consume”. Y añade que “está claro el problema que supone que personas de 11 años vean pornografía o hagan apuestas. Pero también hay que tener en cuenta cómo se consume aquel contenido que consideramos lícito, como YouTube, por ejemplo. ¿Es un consumo abusivo? ¿Le permite respetar sus horas de sueño?”.

Zaindari propone una herramienta de control y educación digital que fomente un mejor uso de las tecnologías, porque, desde la perceptiva de Leonardo, “ya están aquí, así que vamos a hacer un uso correcto de ellas en cada momento”.