Navarra contará próximamente con un nuevo centro de día para jóvenes migrantes de entre 16 y 30 años, que permitirá atender y acompañar a las personas usuarias, hasta un máximo de 30 plazas, a través de un programa socioformativo a medida. Este centro, impulsado por la Fundación Elkarte, será posible gracias a la firma de un convenio que ha tenido lugar esta mañana entre la vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, Begoña Alfaro, y la coordinadora de dicha fundación, Idoia Garate, por valor de 65.000 euros.

El proyecto surge de la "necesidad de dar respuesta a la situación en la que se encuentran decenas de jóvenes migrantes en Navarra, quienes no disponen de recursos económicos ni formativos, con la intención de ofrecerles un espacio donde trabajar en un ambiente de confianza en su inclusión sociopersonal", según ha indicado la consejera. Pretende ofrecer atención a aquellos jóvenes que tienen poco o nulo conocimiento del idioma y necesitan adquirir habilidades básicas personales y/o sociales para la vida diaria. 

Para ello, el Departamento de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, a través del Servicio Karibu de la Dirección General de Políticas Migratorias subvencionará, con una cuantía máxima de 65.000 euros, una serie de actividades que favorecerán una acogida real de estas personas o que les permitirán adquirir conocimientos básicos de la vida diaria, competencias clave y digitales o habilidades sociales básicas.

Igualmente, también se financiará la realización de diferentes talleres prácticos de mantenimiento y arreglo de bicicletas, fabricación mecánica y soldadura, jardinería, electricidad, fontanería o mantenimiento y limpiezas industriales, a fin de favorecer su inserción en el mercado laboral.

De izda. a dcha.: Virginia Eraso, directora del servicio Karibu; Marisol de la Nava, directora general de Políticas Migratorias; la vicepresidenta Begoña Alfaro; Idoia Garate, coordinadora de la Fundación Elkarte; y Mourad Mahroug, participante en los cursos de la fundación Iñaki Porto

Desde la Fundación Elkarte, referente en inclusión social y laboral de las personas jóvenes migrantes con 20 años de trayectoria, señalan que entre las personas que habitualmente participan en sus itinerarios de inserción sociolaboral se encuentra un colectivo especialmente susceptible de sufrir una situación de pobreza a largo plazo: jóvenes de origen extranjero, en su mayoría magrebís, en situación administrativa irregular. 

Por esto, tras la firma del convenio, la vicepresidenta Alfaro ha afirmado: “Desde el Gobierno de Navarra tenemos el deber de hacer todo lo que esté en nuestra mano para promover la inclusión sociolaboral de las personas jóvenes migrantes no acompañadas, y una manera que tenemos de hacerlo es financiando los proyectos que apuestan por la formación en competencias básicas que permita a estas personas ser partícipes de sus procesos de transición a la vida independiente”.

Alfaro también ha aseverado que “el conocimiento tanto del idioma como de competencias básicas para la vida diaria empodera y proporciona herramientas que facilitan la toma de decisiones, el ejercicio de nuestros derechos y una participación activa en la comunidad”.

Así, con este proyecto, que tendrá una duración de un año y en el que se contará con la ayuda de voluntarias y voluntarios de la asociación Apoyo Mutuo, tanto el Departamento de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias como la Fundación Elkarte esperan que el trabajo que se realice sirva “para la adaptación de estos jóvenes a un nuevo entorno, evitando su desarraigo y su consiguiente deterioro”.

"Llegué a Pamplona hace siete meses para trabajar y cambiar mi vida"

En la firma del convenio ha estado presente Mourad Mahroug, un joven marroquí de 24 años que estudia en Elkarte. Mourad llegó a España en patera y tras pasar por Almería, Murcia, Valencia y Zaragoza se ha establecido en Pamplona desde diciembre del año pasado.

El estudiante de Elakarte, Mourad Mahroug, hablando con la consejera Alfaro, tras el acto. Iñaki Porto

"Estoy aquí porque quiero cambiar mi vida. Quiero estudiar mucho y trabajar para poder tener una buena vida", asegura decidido, a pesar de la barrera de hablar en un nuevo idioma. Sin embargo, a pesar de llevar tan solo medio año, en Elkarte también estudia castellano, a pesar de que "es complicado porque es un idioma muy diferente".

Actualmente estudia "muy contento" fontanería en la fundación Elkarte y agradece a sus miembros "todo su trabajo porque ayudan mucho a chicos como yo". De la Fundación, destaca que "hay profesores muy buenos y estás todo el día aprendiendo" e incide en que además, de castellano o fontanería, también aprende la cultura navarra. "Marruecos y España son muy diferentes y es muy bueno aprender cómo se vive aquí, la gente y la cultura", destaca.