“Hay que ayudar a la gente. Lo aprendí de mi madre”. Con este convencimiento explica José Codina la labor de la asociación Recuérdame, la cuál fundó con el objetivo de dar apoyo y atención a familiares de pacientes de alzheimer, la misma enfermedad que le arrebató a su madre, Mercé, en 2020.

Codina relata cómo a los pocos meses de fallecer su padre de cáncer, su madre fue diagnosticada de alzheimer nivel 4 sobre 7. A través de la Ley de Dependencia su madre obtuvo el grado tres por lo que tenía derecho a una serie de ayudas como la financiación de parte de una plaza en una residencia o de taxis adaptados. Sin embargo, “mis hermanos y yo nos encontramos con procesos que no funcionan o no son suficientes”, señala al recordar las dificultades para contratar una cuidadora con las “escasas” ayudas oficiales.

La enfermedad de su madre no fue fácil ya que el alzheimer “causa más sufrimiento en el familiar y el cuidador que en el paciente”. Tras el fallecimiento de su madre, decidió “honrar su recuerdo” y producir por sus propios medios el documental Recuérdame. El principio de la desconexión. “El documental pretende visibilizar la realidad de la enfermedad y generar compresión y concienciación”, destaca.

Tras el éxito del largometraje, el cuál grabó parte en Pamplona, decidió crear una asociación bajo el mismo nombre. En los tres años de funcionamiento han puesto en marcha distintos programas de ayuda tanto para pacientes como para familiares y cuidadores, entre los que destacan las terapias caninas. Además, compagina la grabación del nuevo documental Desaparecidos, buscando la razón, con parte rodada en Pamplona y que aborda las desapariciones de pacientes con alzheimer, “un factor poco común de la enfermedad que va en aumento y queremos darle visibilidad”, asegura.

Ayudas escasas

Una de las principales labores de Recuérdame es la atención a familiares de desaparecidos en casos de desaparición. Los principales consejos de Codina son “denunciar la desaparición sin esperar 24 horas y acudir a ayuda psicológica”. Para ello, reivindica la “necesidad de atención psicológica gratuita” para los familiares, como proporcionan en la asociación. “No puede ser que haya entidades y fundaciones que cobren 60 euros por una visita”, critica.

Además, entre las mayores preocupaciones de los socios de la asociación, Codina señala las “ayudas irrisorias. Hay tres grados de ayuda de dependencia, pero son muy poco dinero y no dan para cubrir gastos”. Por otro lado, al tratarse de una enfermedad sin cura, “desespera ver que tu familiar se va deteriorando y no se avanza en tratamientos. Hay mucha investigación, pero hace falta más”. Por último, reivindica que “los cuerpos policiales deben poner el marcha el protocolo de búsqueda desde el primer momento” y cuenta el caso de una integrante de la asociación cuyo padre desapareció hace año y medio y tardaron cuatro días en comenzar la búsqueda.

Para dar a conocer tanto la enfermedad y su dureza para los seres cercanos como las actuaciones policiales, Recuérdame ha organizado una jornadas en Pamplona el próximo 3 de septiembre en el que policías y sanitarios detallarán las peculiaridades de estos casos.