El consejero de Salud, Fernando Domínguez, acudió ayer al Parlamento de Navarra a detallar las medidas para mejorar la accesibilidad que su departamento adoptó el año pasado. Entre ellas, destacó la adaptación del testamento vital para personas con discapacidad visual, auditiva y cognitiva y para pacientes de salud mental. No obstante, explicó el consejero, este cambio en el documento de voluntades anticipadas –o testamento vital– está en proceso de testeo por parte de los profesionales y de las personas usuarias con algún tipo de discapacidad.
Por otra parte, Domínguez –que acudió a la Cámara foral a petición de UPN– reivindicó que “la accesibilidad supone un cambio cultural y una forma de trabajar más igualitaria, equitativa y universal”. “Las cuestiones referentes a accesibilidad cognitiva, visual, sensorial, auditiva, idiomática, física o motora y a la información, son cuestiones tenidas en cuenta en todo momento, desde el diseño de políticas públicas hasta su implementación”, apuntó.
Una de esas medidas adoptadas y que se viene reclamando desde hace tiempo es la mejora del acceso a los edificios del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, a través de la instalación de una rampa para acceder a la sede de la calle Leire en Pamplona, cuyas obras finalizarán en la última semana de septiembre. En el Hospital García Orcoyen de Estella y en el Reina Sofía de Tudela se han instalado aparcabicis y se han ampliado frecuencias y horarios del transporte urbano.
También abogó por “la mejora de la accesibilidad cognitiva en los centros de salud”, a través de la “elaboración de pictogramas, la realización de un estudio de viabilidad con Fundación ONCE para la implantación de señalización pododáctil y la eliminación de barreras arquitectónicas”. “Se han realizado acciones en Lezkairu, Irurzun, Etxarri-Aranatz, Olite, Casco Viejo, Elizondo y Berriozar modificando mostradores, puertas automáticas y algunas consultas”, desgranó.