Un camión cisterna con 5.800 litros para baldear las calles, tres moto bombas, una hidrolimpiadora, mascarillas, palas, generadores y una cargadora telescópica para mover barro. Una brigada del Ayuntamiento de Huarte –siete profesionales de Servicios Múltiples y Jardines– salió cargada el martes rumbo a Aldaia, pueblo valenciano afectado por la DANA. “Aquí se queda un retén para seguir haciendo cosas. Se resentirá el servicio, pero pensamos que era más importante estar allí y echar una mano en lo que se necesite”, explica el alcalde de Huarte, Alfredo Arruiz.
Nada más llegar, a Txetxu Alonso, oficial de Servicios Múltiples, le llamó la atención “el destrozo general y la inmensidad. Son kilómetros y kilómetros, tienen millones de toneladas de barro que mover. Ha pasado un huracán terrestre, es increíble”, expresaba este miércoles, impactado al ver “todo el barranco con coches molidos por el agua, triturados. Se ha comido metros y metros de tierra que se han metido del barranco a la ciudad”.
“Sabemos qué tenemos que hacer”
Los siete trabajadores se han coordinado con sus homólogos en el Ayuntamiento de Aldaia. “Hacemos lo que nos dicen. Tenemos la misma experiencia, trabajamos en lo mismo en diferentes pueblos. Nos dan una zona y sabemos qué tenemos que hacer. Eso a un encargado de servicio, y con todo el trabajo que hay, le da la tranquilidad. Sabe que vamos a ir haciendo tajo. Nos han dicho dónde están las bocas de riego y dónde podemos sacar y rellenar agua y punto. Somos profesionales y nos dedicamos a esto, y qué menos que ayudar”, dice.
Su labor consiste en “quitar y quitar barro, limpiar aceras... poner mínimamente la normalidad. No venimos a deslomarnos, venimos a ayudar y ayudar no es un día y ya no podemos más porque estamos desfondados. Es una carrera de fondo, ahora estamos siete, igual la semana que viene bajan otros siete y nos vamos relevando...”.
Alonso considera que “es muy fácil verlo por la tele y criticar que por qué no mandan gente. Pero tienes que tener las infraestructuras preparadas, personal que de comer a esa gente, dónde la metes a dormir...”.
Está “orgulloso del equipo que estamos, lo bien que nos compenetramos y trabajamos”, también le impresiona “que nos ves niños ni gente mayor en la calle porque esto es la zona cero. Ves montón de voluntarios y mucha solidaridad”.
Pese a la tragedia, se muestra sorprendido de la mentalidad “positiva de la gente, con todo lo duro que tiene que ser. Es que aquí hay que tirar para adelante, no te puedes hundir. El objetivo es, ‘esto hay que levantarlo’”. Y le da miedo pensar “qué va a pasar dentro de un mes aquí, cuando nos vayamos todos los servicios de apoyo. La gente solo con sus medios no levanta esto”, asegura.