Una jornada especializada en Derecho de Consumo y Derecho Bancario, organizada por el Bufete Iribarren Abogados y el Colegio de Procuradores de Navarra y celebrada en la Cámara de Comercio, abordó ayer una realidad intrínsicamente ligada como es la contratación de microcréditos revolving, para financiar préstamos personales, por parte de consumidores con cierta vulnerabilidad o que presentan adicciones, como la ludopatía. “La necesidad de dinero de personas consumidoras o ludópatas hace que muchas veces caigan en las solicitudes de créditos fáciles en la banca de segundo y tercer orden. El juego y la necesidad de seguir pidiendo dinero generan un sobreendeudamiento y problemas de todo tipo que desembocan en que estas personas se pongan al límite de su salud”, explicó en la presentación de la mesa redonda que abordó este problema César López Dios, exdirector de Consumo y Competencia del Gobierno de Navarra y que preside una asociación de consumidores de nueva creación.
La contratación de tarjetas revolving, la mayoría de las cuales incurren en intereses usureros y falta de transparencia, fue abordada por el letrado Alejandro Zambrano García-Raez, especialista en Derecho Bancario y Mercantil, que calificó de “sistema muy tóxico” el mecanismo existente para amortizar una tarjeta revolving. Y lo explicó así: “El consumidor no sabe lo que paga cuando contrata una revolving porque no se aplican unos intereses sobre la cantidad prestada, sino sobre el saldo deudor. De entrada se comienza pagando una cuota baja en un contrato de máxima disponibilidad, es un buen anzuelo para los potenciales clientes. Pero a partir de ahí el consumidor debe saber que va a pagar poco capital y muchos intereses. El saldo deudor nada tiene ver con el capital prestado y así se produce el efecto bola de nieve y acaba el consumidor cautivo, como lo define el Supremo. El consumidor paga muy por encima del interés que figura en su préstamo. No paga por lo que se le presta y no paga un 26% de TAE o el interés que figure en el crédito. Lo que paga es el 50, 60 o el 80%. Al contratar un préstamo de este tipo lo que hay que saber es que se capitalizan los intereses y comisiones, esa es la clave, y estos se convierten por tanto en capital”, detalló el experto.
“Cada vez se juega más dinero”
En el otro lado de la mesa, Teresa Burgui, coordinadora de Aralar, que trabaja en la ayuda y prevención de la ludopatía en Navarra, relató la dificultad de poner cifras reales a la ludopatía. “Por ejemplo, según Osasunbidea hay 111 adictos al juego; en Aralar hay 105 casos, en el registro de personas que se autoprohíben el juego existen 725 en Navarra pero lo cierto es que si nos atenemos a los indicadores existentes, la adicción al juego se corresponde con el 1% de la población y por tanto alcanzaría los 6.800 casos. Es un problema de salud pública y además las personas jugadoras sufren un gran estigma social”. Detalló que la “posibilidad de obtener créditos por teléfono, de manera rápida, es una auténtica trampa para estos consumidores. Al final no llegan ni a saber los préstamos que tienen contratados, ni en qué condiciones. Es incomprensible que para realizar una operación bancaria se requiera un gran papeleo y sin embargo la facilidad existente para obtener estos créditos. Hay que mejorar esa regulación”. Burgui explicó que los datos hablan claro y que “cada vez se juega más dinero”. En Navarra se jugó durante el año pasado 541 euros por habitante, casi 300 millones de euros solo en juego presencial. No hay datos de juego online. “Es realmente complicado sustraerse de la opción de jugar y a diferencia de lo que ocurre con otras adicciones en el juego se incita al consumo”.
Además, desglosó que uno de cada cinco jóvenes ha jugado con dinero, que en la franja de 12-13 años el consumo de juegos de azar supera por primera vez al consumo de alcohol y que el 6% de los menores ha desarrollado ya una adicción al juego. “Eso ocurre porque es accesible, tiene muchas posibilidades, es cómodo, anónimo y ofrece un refuerzoinmediato. Por ello, una buena regulación legal es un potente escudo protector”, recordó la especialista, que mencionó también la sentencia del Supremo en la que se echaron para atrás las restricciones a la publicidad del juego y que también citó que, en Navarra, sigue pendiente el desarrollo del Reglamento del Juego, para culminar una nueva ley que fue aprobada en 2021 pero que hasta ahora sigue coja sin dicho reglamento. “Y mínimo tendremos que esperar un año para verlo en funcionamiento”, pronosticó.
La pérdida de control define la adicción
La psicóloga Blanca Martínez, de la asociación Antox, participó ayer en la mesa de expertos y expuso los nuevos retos que afrontan, sobre todo a partir de que hace años se detectara la adicción por el mal o abusivo uso de las pantallas. Martínez habló de las “adicciones con y sin sustancia” y enfatizó que estas son “la punta del iceberg pero lo que nos interesa saber es lo que hay detrás y ahí recae la clave para el tratamiento”.
La psicóloga afirmó que las primeras alarmas para detectar adicciones surgen a partir de la “pérdida de control” de los consumidores. También añadió que en el proceso de tratamiento de una persona adicta es importante por ejemplo que “pagar las deudas (que pudieran ser generadas por una tarjeta revolving) tiene que tener un coste para la persona”. Además, como las nuevas realidades a afrontar, habló de que la sociedad tiene que enfrentarse “a un momento crítico, que es el paso del gaming al gambling. Es decir, pasar del puro juego a aquel juego de azar en el que hay que meter dinero para ganar y para obtener cajas botín, recompensas...”. Por último, también aludió a que las mujeres apenas llegan a consulta en caso de adicciones en el ámbito del juego. “El género es un factor que invisibiliza, penaliza y no se aborda”, zanjó.