Los cazadores españoles están volcados en la conservación de las aves migratorias con su masiva participación en proyectos científicos puestos en marcha desde el sector cinegético para conocer el estado poblacional y obtener información para la correcta toma de decisiones de gestión sobre especies como la codorniz, el zorzal o la tórtola. Así quedó demostrado durante la jornada Retos y oportunidades en la gestión de aves migratorias cinegéticas, celebrada la pasada semana en el Instituto de la Ingeniería de España, en Madrid, y organizada por Mutuasport y la Fundación Artemisan, que contaron con la colaboración de la Real Federación Española de Caza (RFEC), el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la Junta de Extremadura, la Asociación de Ingenieros de Montes y el Instituto de la Ingeniería de España. En el evento participaron, entre otros, científicos, expertos y representantes de administraciones públicas y de entidades del sector cinegético.

En el encuentro se presentaron los resultados de los proyectos científicos Coturnix y Zorzales, puestos en marcha por Mutuasport y desarrollados por la Fundación Artemisan, con la colaboración de la RFEC, para el seguimiento de la codorniz y las distintas especies de zorzales; del proyecto PIRTE, financiado por la Junta de Extremadura y realizado en colaboración con la Federación Extremeña de Caza, para la recuperación de la tórtola; y el Precinto Digital de Caza, una herramienta desarrollada por la Fundación Artemisan para el MAPA que se pondrá en marcha de forma inminente y que contribuirá a asegurar el futuro de la caza de estas especies migratorias.

La principal conclusión a la que se llegó es que la implicación de los cazadores es imprescindible para recopilar datos esenciales para mejorar el conocimiento de estas especies, y que es necesario que las decisiones de gestión a nivel autonómico, nacional y europeo se tomen en base a estos datos científicos, obtenidos con rigor, y no a otros intereses o ideales.

Durante la inauguración del acto, el presidente de Mutuasport, José María Mancheño, resaltó la necesidad de impulsar el conocimiento científico y aseguró que la ciencia es “la mejor aliada para la defensa de la caza”, al tiempo que destacó la implicación de los cazadores y de las federaciones autonómicas en los distintos proyectos.

Por su parte, el director de la Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva, señaló que las decisiones que afectan a la caza “deben ser avaladas por la ciencia”, algo que no siempre ha ocurrido. No obstante, sostuvo que “esto está cambiando”, por lo que invitó a las administraciones a continuar trabajando en esta línea.

Precisamente, en este sentido se manifestó el subdirector general de Producciones Ganaderas y Cinegéticas del MAPA, José Luis Agüero, que, en referencia al planteamiento del Grupo de Expertos de la UE en la Directiva sobre Aves y Hábitats (el denominado Comité NADEG) de una posible moratoria para la codorniz y el zorzal alirrojo, afirmó que España no apoyará estas medidas, al considerar que son innecesarias.

Durante la presentación de los resultados de Coturnix, se subrayó que, a lo largo de los cuatro años de vida de este proyecto científico, se realizaron 2.865 censos a través del Observatorio Cinegético y 2.357 estaciones de escucha, cifras a las que se sumó la implementación de un Método Específico de Seguimiento de Codorniz (SEC) en 18 áreas de estudio (una de ellas, en Navarra). Asimismo, se registró información de 9.674 jornadas de caza y se recopilaron 49.140 muestras biológicas de alas de codorniz, todo ello gracias a la participación de más de 5.000 cazadores de 45 provincias de España.

Estos datos permitieron a los investigadores del proyecto determinar que la población de codorniz en España se mantiene estable y que produce excedentes en todas las áreas de estudio del país, lo que refleja que se está llevando a cabo un aprovechamiento cinegético sostenible de la especie. Asimismo, y debido a que los métodos pasivos comúnmente utilizados para la monitorización de la especie infravaloran el tamaño real de las poblaciones, se avisó de la necesidad de la puesta en marcha de métodos específicos como el SEC, desarrollado por la Universidad de Barcelona y que, gracias a su incorporación al proyecto Coturnix, supuso un antes y un después en el seguimiento de la especie.

Respecto al proyecto Zorzales, este contó con la participación de más de 2.500 cazadores, que recogieron información en 1.436 censos a pie a través del Observatorio Cinegético, recorriendo más de 8.400 kilómetros; registraron datos de 7.688 jornadas de caza en 384 cotos colaboradores; y enviaron la información de 723 anillas de ejemplares. Por otro lado, a lo largo del proyecto se equipó a un total de 11 zorzales comunes con dispositivos GPS, obteniendo información detallada sobre los movimientos y migración prenupcial de la especie. También Navarra formó parte de esta última iniciativa.

Entre las conclusiones principales se encontraron que la población, tanto de zorzal común como de alirrojo, es estable en España, produciéndose fluctuaciones interanuales. Cabe señalar que se trató de la primera vez que se realizó una caracterización del aprovechamiento cinegético de los zorzales en España, lo que supuso un hito en la gestión de estas especies de aves migratorias.

Por su parte, los resultados del proyecto integral para la recuperación de la tórtola en Extremadura (PIRTE) pusieron sobre la mesa el esfuerzo de gestión del hábitat que se realiza en buena parte de los cotos para la recuperación de la tórtola y otras especies, así como la monitorización llevada a cabo por voluntarios y técnicos a través del Observatorio Cinegético. En este sentido, los resultados preliminares del PIRTE y otros proyectos como Cotos Demostrativos parecen apuntar a que los cotos en los que se realiza una gestión de hábitat albergan densidades medias mayores de tórtola, una gestión que en España y gran parte de Europa recae económica y personalmente, en su mayoría, en los propios cazadores.

A esta gestión continua en los cotos hay que añadir la gran implicación del sector cinegético en la monitorización de la especie en toda España, como demuestran los cerca de 3.000 censos realizados en la campaña de aves migratorias estivales del Observatorio Cinegético entre los años 2021 y 2024, incluso cuando la especie se encuentra en situación de moratoria.

Finalmente, durante la jornada se presentó el Precinto Digital de Caza (PDC), una herramienta digital desarrollada por la Fundación Artemisan, con la financiación del MAPA, para el registro de animales cazados en tiempo real. Con ella, se pretende dar respuesta al requerimiento de la Comisión Europea de poner en marcha métodos de toma de datos fiables. Las pruebas realizadas con la aplicación confirman que el precinto digital de caza funciona, lo que permitirá mejorar la eficiencia en la toma de datos de capturas y, con ello, la continuidad de la caza de especies de aves migratorias como la codorniz y los zorzales e, incluso, la recuperación de la caza de la tórtola, actualmente en situación de moratoria.

Situación de la codorniz

El Gobierno de España, al lado de la ciencia. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Transición Ecológica se sitúan al lado de los datos científicos en su oposición a la propuesta europea de una posible moratoria sobre la codorniz.

Plan de caza adaptativo. El grupo de trabajo sobre aves cinegéticas en estado inseguro (Taskforce) determinó que la codorniz es una especie “caso 3”, en la que la supervivencia y la caza no juegan un papel crítico en su dinámica poblacional. Por ello, recomendó el desarrollo de un plan de caza adaptativo para la especie a partir del 2025, pero no una moratoria.