David Izquierdo es vecino de Noáin, y vive en la casa contigua a la de la explosión. "Hemos pasado una mala noche. No hemos dormido nada y mi hija se ha puesto mala", asegura con preocupación este vecino. "Ayer, me llamaron alrededor de la 01:00 horas por si quería pasar a recoger alguna pertenencia, y cogí algunos pañales y medicamentos para la noche".

El padre de familia se prepara para lo peor. "Yo creo que no vamos a volver hoy a nuestras casas. De hecho, el Ayuntamiento de Noáin ha llamado esta mañana a nuestro hotel para decirnos que reserváramos otra noche más porque iba a ser imposible que volviéramos a nuestras casas".

Ha sido precavido y asegura que "lo importante ahora es que todos estemos bien, que mi mujer, que el pasado lunes tuvo un ataque de ansiedad, se recupere y todos unamos fuerzas para lo que viene".

Todavía sin noticias de su futuro. "Mi coche está reventado, y los cristales de mi casa también. Creíamos que íbamos a poder volver a casa para coger alguna otra cosa más, pero parece que va a ser imposible. No sabemos nada, y aún no han controlado la fuga, así que toca esperar y ser pacientes", relata Izquierdo.

Grupos de seguridad trabajan en la zona. Cedida

Recientemente, a las 16 horas aproximadamente, la familia ha entrado en casa para coger alguna pertenencia más pero no han podido estar más de 5 minutos. Esta noche no podrán volver a sus casas, si la cosa no cambia de manera drástica.