Anderson Arboleda, vecino del portal 24 de la calle de la explosión en Noáin: “Vivíamos de alquiler y no tenemos seguro, lo hemos perdido todo”

Anderson Arboleda, de 23 años, vivía con sus padres en el Bajo B del portal 24 de la calle Concejo de Zabalegui. Su portal fue el que más daños sufrió y el que se encuentra totalmente derruido por la explosión. “Estamos totalmente a la deriva”, señala el joven.

 Su caso es particular. Vivían de alquiler y, al ser inquilinos, el seguro de vivienda no es obligatorio. “Nunca esperas que te toque una cosa así. Todas mis pertenencias están perdidas y no podemos recurrir a ningún seguro porque no tenemos. Lo hemos perdido todo”, asegura. Desde el día de la explosión, se aloja con sus padres en el hotel Holiday Inn de La Morea. “Que nadie se piense que estamos en el hotel con albornoces y tirados en la cama. Es duro, no tienes confort, no es tu hogar”, explica el vecino.

El momento de la explosión les pillo en casa y las consecuencias están haciendo hincapié en su familia. “Estamos bien de salud, pero mi madre tiene muchos problemas para dormir. Le han recetado pastillas y llora mucho. La noto cansada, irritada frustrada, y me duele mucho verla así”, lamenta Arboleda. 

Además, la tragedia no les llegó en buen momento. “Vivíamos al día. Yo tengo un contrato temporal que no me permite ayudar mucho en casa, mi padre estaba sacándose el título de camionero, y mi madre trabaja en el ayuntamiento, en el servicio de limpieza. Ahora estoy trabajando como un burro para poder ayudar a mi familia a salir adelante”, apunta el vecino de la localidad.

“No entendemos cómo todo está yendo tan lento, nos sentimos totalmente a la deriva”, exclama Arboleda. “Hemos intentado hacer ruido para que el ayuntamiento nos ayude a conseguir pisos, pero está complicado”, añade. El joven no se rinde. “En los últimos días he hecho 80 llamadas a pisos de Pamplona y alrededores, pero no nos quieren acoger”, asegura. “Quedan muchas preguntas sin respuesta”, lamenta