Para la familia Nieto, la javierada significa una “tradición familiar”, que en los últimos años ha tomado más emoción que nunca. “Mis padres fueron los propulsores de esta historia. Mi padre era de Ávila y conoció a mi madre aquí, en Pamplona. Desde entonces empezaron a hacer la javierada juntos y a nosotros, sus hijos, nos lo han inculcado desde que éramos pequeños”, explica Esther Nieto, peregrina.

Hoy, con el recuerdo “siempre presente de los abuelos”, esta familia continúa con este día lleno de recuerdos y emoción, que ha comenzado en Noáin a las 7.15 horas y finalizará, según tienen previsto, a las 17.00 horas al llegar al Castillo. “Aunque, aprovechando que pasamos noche en Javier, iremos a la misa de mañana”, concluye Esther.

Una cuadrilla de amigos disfruta del almuerzo a mitad de camino a Javier. Javier Bergasa

Las risas y compañerismo son, también, uno de los aliados clave en esta peregrinación. “Nuestro objetivo este día es pasarlo muy bien y disfrutar mucho juntas”, declara Sofía Muro, caminante. Junto a su cuadrilla del colegio, Sofía, de 14 años, retoma la javierada después de dos años. “Las pasadas veces hicimos un tramo más pequeño, desde Sangüesa. Esta vez hemos empezado en Loiti”, aclara Laura Ochoa, amiga.

Para ambas, este días es una “aventura” que ni el tiempo ni el desánimo les impide disfrutar. Así, desde el punto de avituallamiento gratuito de la asociación de voluntarios Olímpicos de Navarra (Asvona), este grupo repone fuerzas con yogures, patatas y aquarius, tan solo una parte de lo que este puesto ofrece –caldo, quesos, bocadillos, zumos, café, dulces, caramelos o fruta, entre otros–.

Dos niños scouts posan contentos, a pesar de la lluvia, en esta primera javierada. Javier Bergasa

A pesar del frío y de las lluvias, las incidencia este año “están siendo tranquilas”, asegura Jesús Mari Salvatierra, miembro de Cruz Roja. “De momento solo hemos tenido una atención, una chica a la que se le ha caído una mesa encima. Nada grave”, expresa Jesús Mari.

Sin embargo, Cruz Roja, por si acaso, dispone de 11 sanitarios que al mediodía se han dirigido a la explanada de Javier para atender a los primeros peregrinos y permanecer allí hasta el fin de la misa, que tendrá lugar a las 17.00 horas. “Ampollas, algún esguince o torcedura y pasmazos es lo que más solemos atender este día”, finaliza el sanitario.