Pacho Guerrero: “Me dolía mucho no ver a mis nietos, pero tenía que ser así por mí y por ellos”
Pacho Guerrero rememora el miedo que sufrió cuando le administraron la primera dosis de la vacuna Pfizer
La llegada de Pacho Guerrero a la residencia El Vergel puso todo patas arriba en 2012. En aquel entonces, tenía 62 años, entró como voluntario, con muchas ganas de revolucionar el corral. “Acompañaba a los más mayores, ayudaba a las enfermeras, tenía autorización para manejar la camioneta... Hacía tantas cosas que se referían a mí como el subdirector. Era mi manera de estar entretenido”, cuenta entre risas. A pesar del paso del tiempo, su pujanza permaneció intacta. Al menos, hasta el 2020, cuando llegó el confinamiento y a Pacho le entró la angustia. Y la tristeza.
Relacionadas
“Al principio, todos estábamos bastante cohibidos porque en otras residencias había fallecido mucha gente. Pero aquí no pasó nada porque nos encerraron muy rápido y no nos dejaron mantener contacto con la gente de fuera. Fue largo, aburrido y tedioso”, reconoce. De pronto, entre el hastío y la monotonía, el 27 de diciembre de 2020 llegaron las primeras dosis de la farmacéutica Pfizer a Navarra, y se procuró empezar con la inmunización de los centros sociosanitarios. Pacho, al igual que sus compañeros, se preguntaba si eso le provocaría algún tipo de reacción. “A mí me daba mucho miedo. Me dijeron que tenía que ser el primero, y yo les decía que no me quería morir. Estaba alteradillo, no quería mirar la aguja. Y, desde entonces, llevo cinco dosis administradas y ni un solo síntoma”.
El reencuentro
A pesar de tener una memoria inquebrantable, cree que nunca olvidará aquel 26 de enero de 2021, cuando sus nietos –Vera, de 7 años, y Joel, de 5– bajaron a la residencia para abrazarles después de cinco largos meses de un amor que solo se podía resolver a través de la pantalla. “Duele no ver a los críos, pero no tenía más remedio que quedarme aquí. Por ellos, por mí, por mis compañeros. No había otra solución. Solo nos quedaba esperar. A la cría se le saltaron hasta las lágrimas”, rememora. Con esto llegó el alivio, la esperanza y, con los años, el olvido. “Todo sigue igual porque se nos ha pasado el susto. Ahora solo pensamos en ser libres”.
Temas
Más en Sociedad
-
201.768 navarros, el 29,7% del total, siguen residiendo en el mismo municipio en el que nacieron
-
El funeral por el papa Francisco en la Catedral de Pamplona será el martes 6 de mayo
-
Amazon busca pueblo para celebrar la tercera edición de ‘Las Fiestas Prime Day’. ¡Puede ser el tuyo!
-
Luz verde del Gobierno de Navarra a la OPE parcial de 603 plazas en Administración Núcleo y Salud