Escuela de Segunda Oportunidad de Navarra: “Creemos que una de nuestras cualidades es la diversidad”
Toni Iragui (Ilundain), Íñigo Díaz (Elkarte) y Mikel Izurzu (Lantxotegi) trabajan día a día ayudando a estos jóvenes
"Una de nuestras cualidades y característica diferencial es la diversidad”, coinciden tres de los profesionales que forman parte del equipo de Fundación Ilundain, Fundación Elkarte y Fundación Lantxotegi. Porque a la hora de ayudar a jóvenes que no han podido triunfar, por una razón u otra, en el sistema educativo convencional, no importa que edad tengan, que pasado cargan en sus mochilas y cuál es su color de piel. Cuando el objetivo es acompañar a gente que quizás no ha tenido tanta suerte en la vida todo esto se queda en un segundo (o decimoséptimo) plano.
100 jóvenes de las Escuelas de Segunda Oportunidad de Navarra reivindican la labor social de este modelo educativo
Estas tres Escuelas de Segunda Oportunidad ofrecen itinerarios flexibles e individualizados que combinan formación, acompañamiento socioeducativo y experiencias laborales reales. Su objetivo principal es facilitar la inserción sociolaboral de jóvenes con dificultades en su trayectoria educativa y profesional, brindándoles herramientas y competencias clave para su futuro. Toni Iragui forma parte de la dirección de los programas formativos de la Fundación Ilundain. “Queremos reivindicar nuestro trabajo, que la sociedad nos conozca”, asegura. “Creemos que aún hay mucho margen de mejora en cuanto a condiciones laborales y reconocimiento por parte de las instituciones”, añade.
Diferencias con la educación formal reglada
Íñigo Díaz es profesor de formación profesional básica en Elkarte. “Luchamos por facilitar ayudas a las personas migrantes, facilitándoles cursos de alfabetización y de formación profesional para que se reinserten en el mundo laboral”, señala Díaz. Profesionales como él luchan día a día por que, en el futuro, Elkarte se convierta en un referente en la integración social de las personas que migran a Navarra.
Similar es el caso de Mikel Izurzu, coordinador de proyectos de Lantxotegi. “Hemos venido a Educación a reivindicar el esfuerzo que hacen todos los profesionales por ayudar a estas personas más vulnerables, pero también a toda la chavalería que trabajan por construirse un futuro mejor”, explica. “Somos organizaciones del tercer sector que estamos colgadas del Convenio de Intervención Social, y la comparativa con la educación formal reglada es muy grande en términos de condiciones laborales. Aún así, damos un excelente servicio a la chavalería, es importante visibilizar esto”, añade.
Estos tres profesionales son un ejemplo de todas las personas que luchan día a día por ayudar a estos jóvenes en situación de vulnerabilidad. Una labor social envidiable que debe ser reconocida y valorada por toda la sociedad navarra.
Temas
Más en Sociedad
-
Navarra amplía la vacunación contra el virus de la bronquiolitis a todos los bebés nacidos entre el 1 de julio y el 31 de diciembre
-
Salud modifica el recuento de las listas de espera y no contabilizará a pacientes que hayan rechazado una cita por motivos personales
-
Un juez investiga la muerte del niño olvidado por su padre en un coche en Tarragona
-
Ya se pueden presentar propuestas para el Centro de Coordinación de Seguridad y Emergencias de Navarra