Isabel Guzmán, vecina del Ensanche de Pamplona, esperaba en el vestíbulo de la estación de tren esta mañana junto a sus suegros, recién llegados de Costa Rica, cargados de maletas, y su pequeño hijo en brazos. Tenían que viajar a Barcelona en el primer tren de la mañana pero el panel informativo ya les anunciaba que ese tren estaba cancelado.

Han anulado el billete y han reorganizado el viaje porque no podían esperar mucho más. Este miércoles tenían un vuelo de Barcelona a Milán y aprovechar el puente festivo para hacer turismo con la familia. “Hemos visto que había mucha incertidumbre para viajar en tren, solo podíamos ir a Zaragoza y de ahí no nos garantizábamos llegar a Barcelona y, por tanto, mi marido ha regresado a casa y vamos a viajar en coche hasta el aeropuerto de allí. Llevamos mucho equipaje y el niño es pequeño todavía y hemos pensado que era lo mejor”.