El Parlamento Europeo aprobó hoy que se rebaje la protección del lobo en la Unión Europea de "estrictamente protegido" a "protegido", avalando una propuesta de la Comisión Europea ante la recuperación de las poblaciones del carnívoro, como ya hicieron los Estados miembros a través del Consejo de la UE.
Con 371 votos a favor, 162 en contra y 37 abstenciones, la Eurocámara dio luz verde a la actualización legislativa en la Directiva de Hábitats de la Unión Europa, que se hará efectivo automáticamente cuando el Consejo de la UE apruebe oficialmente la revisión.
El cambio normativo busca alinear la legislación europea con el nuevo estatus adoptado en el Convenio de Berna, modificado a petición de la propia UE, que solicitó y consiguió que el estatus de protección del lobo pasara del Anexo II al III.
Bajo el régimen del Anexo II está prohibida cualquier forma de captura intencional o de muerte intencional -lo que incluye la caza-, así como la destrucción o el deterioro de los espacios de reproducción o de las áreas de descanso. También está proscrito el comercio y la detención de estos animales.
Pero con el Anexo III se permiten algunas de esas prácticas, a condición de "mantener la existencia de esas poblaciones fuera de peligro".
Los Estados miembros de la UE, con la abstención de España, Polonia y Bélgica, ya habían validado también el recorte de protección a ese carnívoro para otorgar más flexibilidad a los países en la gestión de las poblaciones.
No obstante, cada país seguirá teniendo la posibilidad de mantener un nivel de protección más alto si así lo considera necesario.
Campaña para mantener la protección
El Estado español, junto a otros países como Irlanda o Eslovenia, lideró la campaña para mantener la protección, pese a que varias comunidades autónomas, las llamadas "comunidades loberas" (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León), habían presionado política y judicialmente para que al norte del río Duero se permitiera abatir lobos, dado el creciente número de ataques al ganado.
Finalmente, España también rebajará el estatus de protección de lobo en su legislación interna, después de que el Congreso aprobara en marzo que el canis lupus saliera del listado de especies protegidas mediante una enmienda del PP a la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que salió adelante con el apoyo de PNV, Junts y Vox.
La revisión de la normativa, criticada por organizaciones ecologistas, simboliza en parte el cambio de rumbo de la Comisión Europea en materia medioambiental, y en particular el acercamiento de su presidenta, Ursula von der Leyen, a los agricultores tras las protestas del año pasado del sector agrario contra Bruselas.
En pleno debate sobre la medida, tres meses de que en septiembre de 2023 la Comisión propusiera rebajar la protección al carnívoro, trascendió que un lobo había matado a un poni de Von der Leyen, llamado Dolly.
"Las manadas de lobos en algunas regiones de Europa se han convertido en un peligro real, especialmente para el ganado. Para gestionar de manera más activa estas concentraciones críticas, las autoridades locales llevan tiempo pidiendo mayor flexibilidad", declaró Von der Leyen en un comunicado al presentar la propuesta.
Reacciones
El cambio de categoría del lobo ha sido aplaudido por la plataforma que defiende a las grandes explotaciones agrarias europeas, Copa-Cogeca, que celebró que las instituciones "estén respondiendo a las preocupaciones legítimas de los agricultores y las comunidades rurales".
Copa-Cogeca urgió a los Estados miembros a colaborar con "los actores locales en el desarrollo de planes de gestión efectivos y pragmáticos" porque sólo así "se podrá lograr una verdadera coexistencia entre humanos y grandes carnívoros en las zonas rurales de Europa".
También la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE) y la Organización Europea de Propietarios de Tierras (ELO) celebraron la decisión tras "años de fuertes demandas por parte de comunidades rurales, propietarios de tierras y agricultores".
Sin embargo, en un comunicado conjunto de WWF UE, BirdLife Europe, ClientEarth y la Oficina Europea de Medio Ambiente, esas asociaciones ecologistas criticaron duramente la medida, pues entienden que no hay evidencia científica que sostenga la decisión y puede ser "solo el primer acto", porque la extrema derecha y sectores conservadores tienen "interés por desmantelar aún más las leyes de protección de la naturaleza".
"Rebajar la protección del lobo es un movimiento político disfrazado de política pública: ignora la ciencia, fomenta la división y pone en peligro uno de los mayores éxitos de conservación de Europa", agregaron.
También el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) criticó que se rebaje la protección, que marca "un precedente preocupante para la conservación de la naturaleza en Europa" y lamentó que se trate al lobo como "un problema político" pese a que esos animales son "vitales" para tener ecosistemas saludables".