¿Qué cuestiones influyen en el alumnado navarro para decidir estudiar una titulación científico tecnológica? ¿Por qué ingenierías están llenas de hombres y en los grados sanitarios abundan las mujeres? Para responder a estas y otras preguntas, el Gobierno foral, a través del Instituto Navarro de Igualdad, desarrolló entre 2021 y 2024 una experiencia piloto en cuatro institutos de Secundaria (Irubide, Ibaialde, Iturrama y Barañáin). Lo hizo en colaboración con la Cátedra de Mujer, Ciencia y Tecnología de la Universidad Pública de Navarra, que impartió talleres experimentales y charlas divulgativas para despertar vocaciones STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre las mujeres. Este pilotaje constata que los estereotipos de género condicionan las elecciones educativas del alumnado, tanto en la ESO como en Bachillerato, y demuestra la necesidad de reforzar aquellas acciones que dan visibilidad a mujeres referentes en los ámbitos de la ingeniería y la tecnología en las aulas.

Tomando como referencia los resultados de la experiencia piloto, el INAI ha elaborado un informe en el que se profundiza en los elementos que inciden en la elección de estudios STEM. Y es que el dato es preocupante: solo el 12% de las profesionales en la ingeniería y la informática son mujeres. En primer lugar se constata la existencia de factores internos, es decir, aspectos subjetivos como el interés o los gustos por diferentes estudios así como la confianza y autopercepción sobre las habilidades en las disciplinas STEM. El informe concluye que a ellas les gustan en menor medida los estudios más técnicos y tienen más afinidad por las ciencias naturales y la salud. También se observa una mayor autopercepción de las chicas de que no se les dan bien las habilidades científicas y tecnológicas. La confianza, afirma el estudio, “se relaciona con la autoestima así como con la autonomía y seguridad en una misma, claves para el empoderamiento”.

ESTEREOTIPOS

  • Las mujeres no estudian carreras STEM porque hay pocas mujeres en esas carreras. Lo piensa el 58% de las chicas y el 42,5% de los chicos en ESO; y el 35% de las alumnas y el 23% de ellos en Bachillerato. 
  • Los chicos son más adecuados para los estudios STEM. Lo piensa el 58% de las chicas y el 42,5% de los chicos en ESO; y el 82% de las alumnas y el 62% de los escolares del Bachiller de Ciencia y Tecnología está en desacuerdo. 
  • Las chicas estudian menos carreras STEM porque tienen menos confianza en ellas mismas. Lo piensa el 57% de las chicas y el 42% de los chicos en ESO; y el 58% de las chicas y el 62% de los chicos del Bachillerato científico-tecnológico está en desacuerdo.
  • Las chicas tienen menos habilidades tecnológicas. Está de acuerdo el 82% de las chicas y el 81% de los chicos en ESO mientras que en Bachiller lo cree el 16% de las chicas y el 30% de los chicos.
  • Las chicas estudian menos carreras STEM porque les gusta poco el riesgo y son menos competitivas. Lo piensa el 59% de las chicas y el 42,5% de los chicos en ESO; en Bachillerato el 90% de ellas y el 65% está en desacuerdo.
  • Las chicas estudian menos carreras STEM porque son estudios más solitarios y aburridos. Lo cree el 58% de las chicas y el 41% de los chicos en ESO; en Bachillerato el 77% de ellas y el 53% está en desacuerdo
  • Las chicas estudian menos carreras STEM porque son estudios exigentes Está en desacuerdo el 18% de las chicas y el 19 % de los chicos en ESO; en Bachillerato el 77% de ellas y el 53% está en desacuerdo.

Otro de los motivos que aluden para estudiar carreras STEM es una mayor facilidad para acceder al empleo y mejores condiciones laborales. Sin embargo, el informe constata que muchas alumnas cree que las mujeres tienen más difícil encontrar empleo en estos sectores . Una percepción que no se aleja de la realidad y que la investigación achaca a los prejuicios a la contratación de mujeres porque se cree que ellos son más competentes en trabajos técnicos, la falta de redes de apoyo y un ambiente laboral competitivo en el que las féminas se sienten excluidas.

Rol del profesorado 

La elección de estudios también se ve condicionada por factores externos. Así, el estudio constata que ellas creen que están menos informadas sobre este tipo de estudios y alegan no haber recibido motivación por parte del profesorado. De ahí que la investigación abogue por capacitar a los y las docentes para que contribuyan a desmontar estereotipos y reforzar la confianza de las alumnas en sus habilidades y capacidades. 

Por último, el informe observa cómo aquellas alumnas que tienen contacto con modelos femeninos STEM en su familia tienen mayor interés por estas disciplinas y una percepción más positiva sobre sus capacidades. Y es que la existencia de referentes es clave para despertar vocaciones y la ausencia es manifiesta. De ahí el valor del programa desarrollado en esos institutos y que, según la investigación, “ha tenido un impacto positivo”. Así, el porcentaje de alumnas que menciona referentes mujeres STEM ha pasado del 29% en ESO al 68% en Bachillerato. Su continuidad parece “imprescindible” para consolidar el trabajo de motivación de las mujeres hacia las disciplinas STEM.

El 56% del alumnado de ESO dice que elegirá el Bachillerato tecnológico frente al 12% de ellas 

El estudio elaborado por el INAI constata que la “segregación” de chicas y chicos en el sistema educativo se intuye desde la ESO. Así, según recoge, en la primera fase de la investigación (2º y 3º de ESO), ellas declaran su intención mayoritaria de optar por bachilleratos vinculados a las Ciencias de la Salud (34%) y a las Artes (26%). Su última opción es el de Ingeniería y Tecnología (12%). En los hombres ocurre lo contrario. La primera elección es precisamente esa modalidad (56%) mientras que solo un 17% se decanta por sanitario.

La investigación dedica un apartado al interés que muestra el alumnado por las asignaturas STEM: Matemáticas, Física, Química y Biología y Geología. Lo hace en dos momentos: en 2º-3º de ESO y 2º de Bachillerato. Los mayores cambios en cuanto a las preferencias de alumnos y alumnas se observan en la asignatura de Tecnología, que pasa de ser la asignatura que más gusta a las estudiantes en la ESO con relación a las otras asignaturas STEM a la que menos gusta a las alumnas del Bachillerato de Ciencia y Tecnología. 

Entre las explicaciones plausibles , el informe cita el hecho de que las alumnas elijan en menor medida esta asignatura como optativa frente al resto. “El interés o afinidad por la tecnología y las matemáticas orienta y puede determinar la elección de estudios posteriores relacionadas con las ingenierías y otras áreas más técnicas, donde la presencia de mujeres es más baja”, indica

Tanto en la ESO como en Bachillerato, los varones dicen tener más clara la decisión sobre que estudiar al finalizar que sus compañeras. En 2º-3º de ESO, el 27% de los chicos lo tiene claro frente al 19% de ellas. Esto significa que hay margen de incidencia para orientar sobre todo a las chicas hacia estudios STEM. Y es que a partir de ahí comienzan a diferenciarse los camino. El 56% de los varones frente al 12% de las mujeres elige el Bachiller tecnológico. Ellas prefieren el sanitario (34%) y el informe constata cómo las alumnas “tienden a elegir estudios que perciben como socialmente útiles y que tienen un impacto directo en la vida de las personas”

En Bachillerato se van clarificando y el 75% de ellas y el 82% de ellos ya saben qué van a hacer, y está determinado por la modalidad cursada. Así, el 49% de las alumnas del tecnológico frente el 58% de los chicos eligen estudios STEM (especialmente vinculados a la Salud). En cambio, el 51% de las chicas y el 42% de sus compañeros opta por otros estudios.