Representantes del sindicato LAB del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea han llamado al consenso entre entidades, sindicatos, instituciones y agentes implicados para blindar la sanidad pública y han denunciado que el gasto en productividad se haya disparado por encima de los 34 millones en 2024.

Así lo han manifestado en la comisión de Salud celebrada este miércoles en el Parlamento de Navarra, donde han expuesto el informe Análisis de actividad, productividades, derivaciones, recursos humanos y prioridades sobre la nueva Ley Foral de Salud.

Iban Irisarri, de LAB, ha destacado los tres puntos claves de la ponencia: por un lado, tomar conciencia de que "todos somos responsables de sacar adelante esta Ley con el máximo consenso", que las medidas implementadas por el Gobierno de Navarra "no están solucionando problemas estructurales" y que la nueva Ley Foral de Salud, que se está elaborando, puede ser la herramienta para corregir las deficiencias y mejorar el sistema sanitario público.

Dos de los aspectos que el sindicato ha considerado más relevantes y urgentes para incluir en la nueva ley han sido la cuestión de la productividad y la derivación cada vez mayor hacia la sanidad privada.

Josemi Ablitas ha asegurado que el análisis refleja que las productividades no están consiguiendo reducir las listas de espera, sino tensionar todavía más la plantilla y afectar a la calidad del servicio.

El 85% de la productividad la cobran facultativos

En este sentido, el estudio elaborado por el sindicato, a partir de los datos ofrecidos por el departamento de Salud, refleja que el gasto en productividad se ha disparado en los últimos años en Osasunbidea, pasando de los 16,9 millones en 2021 a los 34,3 del año pasado. En 2015, hace una década, la partida destinada a este complemento por hacer jornadas extraordinarias fue de 4,1 millones.

Según detalla LAB, el Hospital Universitario de Navarra (42,1%) y Atención Primaria (31,8%) acaparan el mayor gasto en productividades. Por categoría profesional, el 85% de la productividad va destinada al personal facultativo.

Asimismo, el sindicato critica "el gran número de retribuciones variables que permiten el pago de la actividad extraordinaria, hasta 19 conceptos diferentes, siendo los principales la productividad fija de los médicos, que es la subida de 400 euros al mes que el Sindicato Médico consiguió en 2023, las consultas y las listas de espera.

"Las productividades afectan al personal facultativo y que, en muchos casos, hace que no sepan cuándo es de día o es de noche. Evidentemente, no puedes hacer un turno de mañana, unas productividades por la tarde y una guardia de 24 horas al día siguiente sin que afecte a la calidad del servicio", ha relatado.

El informe también refleja los profesionales que más productividades cobraron el año pasado: seis percibieron solo en productividad, es decir sin contar el sueldo base, más de 100.000 euros, y el que más cobró alcanzó los 189.628 euros.

Asimismo, LAB ha criticado el aumento de las derivaciones al sector privado, que el año pasado llegaron a las 9.875.

Situación de la plantilla

Respecto a la plantilla de Osasunbidea, Ablitas ha remarcado que se espera de aquí a veinte años la jubilación de 6.000 profesionales, por lo que ha solicitado un plan plurianual para adelantarse a posibles situaciones. "Tenemos una patata caliente y los procesos selectivos tienen que ser rápidos", ha expresado.

En la próxima década, serán 3.800 los profesionales que se van a jubilar de 10.800 que conforman la plantilla estable de Osasunbidea. Por categoría, 827 son diplomados sanitarios (en su mayoría enfermeras), 752 TCAE, 677 facultativos y 533 administrativos entre otros.

En este sentido, Irisarri ha abogado por conseguir una jubilación anticipada a los 60 años para toda la plantilla, políticas eficientes en jornadas y permisos a través de un marco normativo propio, eliminación de guardias, permisos para fomentar la conciliación y los cuidados, así como un presupuesto acorde para la atención primaria, una ley de ratios para todo el personal, un cambio en el modelo retributivo, y garantizar los derechos lingüísticos a través de un nuevo diseño de plazas perfiladas, entre otras medidas.

Reacciones de los grupos

Txomin González, de EH Bildu, ha valorado como "oportuno" el actual momento de la legislatura para reflexionar acerca de todo lo expuesto y ha incidido en la apuesta por la sanidad pública.

Daniel López, de Contigo Zurekin, ha compartido las reflexiones del sindicato y ha considerado necesaria "una transformación urgente" y que hay que apostar por otras alternativas además de las derivaciones y la productividad para atajar las listas de espera.

Desde UPN, Leticia San Martín ha señalado que este informe refrenda los abusos de la productividad y demás críticas que desde su formación política llevan señalando, aunque no ha compartido algunos aspectos del informe, alegando que se focaliza el problema siempre en el mismo grupo de profesionales, los facultativos, y que es responsabilidad del Gobierno, que es quien lo permite.

Por el PSN, Maite Esporrín ha apuntado que no se pueden prestar todas esas mejoras que se contemplan en el informe y que hay que apostar por que la ley tenga un carácter más genérico para poder dejar margen a la variabilidad de cada momento.

Isabel Aranburu, de Geroa Bai, se ha mostrado de acuerdo con el grueso del informe, pero ha reivindicado que su grupo defiende la sanidad pública ante la consideración en el texto de que las derivaciones hacia el sector privado se están llevando a cabo con el visto bueno del Departamento.

Por último, Irene Royo, del PPN, ha coincidido en que la ley debe ser un marco amplio y ha dudado de si algunas de las medidas van en contra de la propia sanidad en su conjunto, así como que desde el PPN apuestan por las derivaciones como una solución.