La Sección 2ª de la Audiencia de Navarra ha condenado a dos hermanos, vecinos de Madrid, a penas de cuatro y tres años de prisión respectivamente por un delito de robo con fuerza en casa habitada después de que en julio de 2023 accediera a una vivienda de Aizoáin y sustrajeran joyas por valor de 8.000 euros. Los acusados, uno de ellos reincidente, apelaron la condena inicial del Juzgado de lo Penal 3 y reclamaron su absolución por falta de pruebas. Pero la Sala desestima su recurso.

Los hechos probados

En los hechos probados consta que sobre las 12.25 horas del 9 de julio de 2023 ambos llegaron en un vehículo Seat Córdoba. Uno de ellos conducía (el condenado a 3 años) y dejó a su hermano en la parte trasera de una vivienda. Ahí, el otro acusado accedió a la citada vivienda escalando un seto de una altura de 3 metros, rompió la puerta que da acceso al porche y posteriormente otra puerta de cristal que da acceso al salón de la vivienda.

Una vez dentro de la misma, acudió al dormitorio principal y se apoderó de distintas joyas valoradas en unos 8.000 euros, entre ellas siete pulseras, collares, cadenas de oro, relojes y pendientes. Posteriormente, el principal acusado salió de la vivienda y se montó de nuevo en el coche que le estaba esperando tras cometer los hechos en el polígono industrial Plazaola de Aizoáin, marchándose los dos acusados del lugar hacia la N-121-A (Irun).

La respuesta de la Sala

La Sala responde al recurso que en la sentencia inicial “ya se hace constar la inexistencia de prueba directa en la causa, ya que no se pudo constatar que las huellas encontradas en la casa pertenecieran a los encausados. Sin embargo, la prueba indiciaria es suficiente para la condena y así podemos avalar la precisión de indicios que se enumeran”. Así, recuerdan que los usuarios del Seat Toledo aparcaron en la puerta trasera de la vivienda violentada durante diez minutos, que el día de antes ese coche circuló por la A-2, que la persona que aparece en un fotograma caminando por la calle es el principal condenado, comparándolo con su fotografía en Facebook, y porta una tobillera característica. Además, se le identificó antes con ese coche sin que el mismo esté a su nombre y su hermano, el otro condenado, utiliza otro de los móviles captados por los repetidores analizados y hay identidad entre su foto y la captada en la autopista.