La fuga de película protagonizada este pasado martes por un preso de la cárcel de Pamplona en el Hospital Universitario de Navarra a través de una ventana, y con la ayuda de una sábana, será más difícil de repetir ende unos meses, cuando se ponga en marcha el módulo penitenciario hospitalario, un área de acceso restringido y con vigilancia policial permanente que se encuentra actualmente en construcción. ¿Pero dónde se ubicará esta unidad? ¿Cuántas habitaciones la compondrán? ¿Quién se encargará de su vigilancia? 

Actualmente, Navarra no cuenta con un módulo penitenciario hospitalario específico, de modo que cuando un recluso requiere atención médica, se le traslada a habitaciones comunes en el HUN, donde queda bajo custodia de agentes de la Policía Nacional, que que también se encargan de los traslados entre el centro penitenciario y el hospitalario.

La construcción de un módulo penitenciario en el Hospital Universitario de Navarra, también denominado Unidad de Custodia Hospitalaria, es una reivindicación histórica muy demanda por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Navarra. La construcción de este módulo, que permitiría mejorar la seguridad y la atención sanitaria a los internos, comenzó el pasado mes de agosto y tiene un plazo de ejecución de tres meses.

Tercera planta

La actuación se está llevando a cabo en una zona de la planta tercera del pabellón H del Hospital de Navarra con el fin de albergar a los reclusos procedentes de la cárcel de Pamplona, como consecuencia de los requerimientos de la Secretaría General de las Instituciones Penitenciarias para cubrir las necesidades en materia sanitaria.

La actuación se realiza sobre tres habitaciones existentes y un despacho médico en una de las alas del pabellón H, en un fondo de saco para interferir lo menos posible en el funcionamiento del Hospital. Esta unidad estará compuesta de una habitación individual, una habitación doble y una sala de control policial, que contará con aseo con ducha y zona de vestuario, sistema cerrado de cámaras de seguridad, instalaciones de seguridad penitenciaria, etc...

Medidas de seguridad

Para la vigilancia del recinto se instalará un sistema de circuito cerrado de televisión en toda la zona. Las imágenes de estas cámaras se visualizarán en el centro de control, donde se instalará una matriz virtual compuesta monitores y un sistema de gestión que permitirá la presentación de cámaras en alarma y el tratamiento de las mismas.

Para abortar cualquier fuga, el sistema electrónico de seguridad contra evasiones e intrusiones estará constituido por detectores de presencia-infrarrojos, detectores sísmicos y microondas exteriores, y contactos magnéticos, que estarán asociados a los sistemas del circuito cerrado de televisión con el fin de obtener más detalle de los eventos que puedan ocurrir y poder grabar las imágenes de lo sucedido.

Así, en todos los recintos de paso no vigilados con presencia física se instalarán detectores de presencia volumétricos de doble tecnología infrarrojos/microondas, e inmunes a interferencias. En las puertas de acceso y apertura por esclusa, se instalarán hojas abatibles de ventanas con contactos magnéticos de gran resistencia antivandálica, de modo que en cuanto se separe la hoja de la puerta o ventana unos centímetros se producirá una alarma.

Asimismo, se instalará un detector sísmico de alta seguridad para la protección de paredes y cristales, que tendrá que detectar alarmas por golpeo, por herramientas hidráulicas de presión, lanzas térmicas, etc, mientras que los detectores de rotura de cristales, equipados con micrófonos, se activarán cuando el dispositivo detecte un ruido con la frecuencia típica de este fenómeno, todo pensado para evitar que se repitan episodios como el de este pasado martes.