Los cuentos infantiles son relatos recreativos, pero también pueden convertirse en recursos de prevención primaria que favorecen la identificación emocional y el aprendizaje de estrategias de autorregulación entre los más pequeños, así como en un canal para la apertura de conversaciones educativas en el entorno familiar.
Con este enfoque entre lo lúdico, lo pedagógico y el interés por la salud pública, Bruño acaba de publicar tres cuentos ilustrados escritos por Montse Erostarbe, psicóloga de la Unidad de Neuropediatría de la Clínica Universidad de Navarra: ¡Juego sin móvil!, ¡Ya no me aburro! y ¡Un millón de gracias! Estas obras, ilustradas por Susana Soto y reunidas bajo el sello común Cuido mi mente, proponen historias que pueden servir para reforzar el papel de la familia en el desarrollo emocional saludable desde la infancia.
La psicóloga subraya que “los cuentos infantiles facilitan que los niños se identifiquen con los personajes, reflexionen sobre sus propias vivencias y adquieran recursos para gestionar emociones”. Al mismo tiempo, ofrecen a los padres una vía de comunicación con sus hijos sobre temas relevantes para su desarrollo. “En familia crecemos en muchos sentidos, también desde el punto de vista socioemocional. Una buena dinámica familiar es un factor protector fundamental de salud mental”, explica Erostarbe.
En su práctica hospitalaria, la psicóloga constata cómo las familias se enfrentan a retos cada vez más complejos relacionados con la educación emocional. “Educar en este contexto es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo en el que los padres estamos inmersos. Cada vez es más común escuchar a los niños y niñas verbalizar abiertamente sus emociones y los motivos que les hacen sentirse así. A la vez, van aprendiendo cada vez más estrategias para regularlas adecuadamente”, explica.
Pantallas, creatividad y ser agradecidos
Los tres títulos abordan cuestiones habituales en la vida cotidiana de las familias, algunas de ellas presentes también en la práctica clínica: la necesidad de fomentar un ocio saludable al margen de las pantallas (¡Juego sin móvil!), el valor de la creatividad para combatir la impaciencia y el aburrimiento (¡Ya no me aburro!), y la importancia de la gratitud como herramienta de bienestar emocional (¡Un millón de gracias!).
La publicación de estos tres cuentos coincide con el creciente interés de los especialistas que cuidan la salud infantil por la promoción de la salud mental entre niños y adolescentes, como constata la celebración del Día de la Pediatría impulsado por la Asociación Española de Pediatría.
Como psicóloga, escritora y madre, Erostarbe recuerda que el acompañamiento cercano y cotidiano de los padres sigue siendo la medida más eficaz para proteger el bienestar psicológico de los menores: “No hace falta hacer grandes planes. Lo importante es dedicar tiempo de calidad en familia, escucharnos y reírnos juntos, sin prisas, sin presiones y sin miedo”.
Estos tres títulos dan continuidad al proyecto iniciado con Sé que puedes, seis cuentos publicados en 2023 con los que Erostarbe ya exploró temas como los celos, el miedo, la vergüenza, el apego y la anticipación al fracaso, ofreciendo recursos para fortalecer la autoestima infantil y el vínculo entre padres e hijos.